- Los Alpes despuntan en lo alto. Allí aguarda esta tarde el Grand Colombier, un puerto mastodóntico, fuera de categoría, que medirá la altura de los opositores al trono de París después de los picos cortos, explosivos y duros que han enfatizado a Primoz Roglic en el liderato. "Será un día muy duro. Es una etapa que conozco bien. La corrí tras el largo parón por el confinamiento y enseguida logramos un buen estado de forma. Y ahora, un mes después, lo mantengo", expuso el ciclista esloveno, que entiende que deberá responder a una batería de ataques en una ascensión que probablemente deje huella entre los favoritos. "Tendré que intentar controlar a todo el mundo, pero al que más a mi mismo, que soy al único al que puedo controlar. Creo que habrá muchos ataques y tendremos que ser fuertes hasta el final", analizó el líder de la ronda gala, sabedor de que Egan Bernal busca revancha y de que Mikel Landa puede desestabilizar a cualquiera en la montaña.
Son demasiados los rivales que tiene Roglic a corta distancia. Tadej Pogacar es el primero de esa lista. Su enemigo más íntimo. "Será un nuevo desafío, es un ascenso terrible en el final. Veremos cómo se desarrolla la etapa. Si hay opción de arañar unos segundos lo voy a intentar", amenazó Pogacar, a 44 segundos de Roglic en la clasificación general.
Será una batalla muda, sin ruido, porque las autoridades han prohibido que el público esté presente en la cuneta debido a la actual expansión del coronavirus en Francia. Ni el Grand Colombier ni el puerto anterior, La Biche, tendrán aficionados.