as prisas no son buenas compañeras de viaje. Odei Jainaga (Eibar, 1997) elabora su camino paso a paso. Con ambición pero al mismo tiempo también con realismo. Sin querer quemar etapas antes de tiempo. Peldaño a peldaño. Esa estrategia provoca que el eibartarra esté en pleno crecimiento y lo que antes eran sueños lejanos empiecen a convertirse en objetivos reales. El pasado domingo el lanzador de jabalina superó el récord de España, que ya era suyo, por casi dos metros y medio y con su 84,10 se colocó a noventa centímetros de la mínima olímpica. Entrar en esos Juegos de Tokio es el siguiente paso en la hoja de ruta de Jainaga y para lograrlo tiene hoy una nueva oportunidad en el Campeonato de España absoluto que se disputa en varias sedes de Madrid.

Jainaga realizó su cuarto intento en la Copa LaLigasports Oro y no quedó satisfecho, incluso ligeramente decepcionado con su lanzamiento. “La jabalina de repente giró y empezó a caer en picado. No me acuerdo lo que dije pero estaba un poco disconforme”, afirma. Entonces llegaron los aplausos. Había nuevo récord de España y el eibartarra pensó que había hecho un “82 justo”. Se equivocó. El resultado había sido mucho mejor, un 84,10 que pulverizó la marca estatal. “En el cuarto lanzamiento metí una marcha más para acabar el torneo y cogí más velocidad en la carrera. Pero en un principio no me gustó nada y no fue el mejor lanzamiento que he hecho. Entonces la gente empezó a aplaudir y vi el 84. Acabé muy contento con el resultado. Ahora quiero ver si consigo más”, cuenta. Jainaga tratará de asaltar los 85 metros hoy, a partir de las 20.20 horas en la sede de Moratalaz.

Aunque el eibartarra no tiene prisa por llegar a este objetivo. Sabe que con trabajo su momento llegara y apuesta por la estrategia que le ha ayudado a llegar hasta este momento. Ir paso a paso. “Las posibilidades las mido según mis capacidades. El primer año lancé 42 metros y pensé en intentar llegar al Campeonato de España. Terminé lanzando 57. Son objetivos ambiciosos pero asequibles. Ahora Tokio no lo veo tan difícil como antes”, reconoce Jainaga, que apunta que la idea de llegar a unos Juegos Olímpicos no surgió de un día para otro: “Es algo progresivo. Lo fui viendo venir y no fue tan chocante. Lo percibí con naturalidad y a medida que me fui acercando vi que ese era mi nivel y ahora toca intentar eso”.

Antes de llegar a estas marcas Jainaga ya convivió con la jabalina desde muy pequeño. Su madre, Cristina Larrea, fue Campeona de España también en esta disciplina. Sin embargo, no fue la familia lo que le empujó a este deporte. “A mi madre le daba igual que hiciera atletismo u otra cosa. Siempre me apoyaron con el deporte en casa”, afirma el lanzador. Eso hizo que Jainaga probara muchos deportes y reconoce que parte de sus éxitos llegan gracias a ello: “He hecho fútbol, balonmano, kung-fu, natación, esku pilota, esquí de fondo… un popurrí de cosas. El haber hecho un poco de todo antes es muy bueno ya que trabajar diferentes disciplinas ayuda a ser más coordinado, resistente, elástico… da diferentes cualidades y sirve para aplicarlas”. Ahora, ya exclusivamente centrado en la jabalina, busca el siguiente gran lanzamiento. Los 85 metros que marcan la mínima olímpica están en el punto de mira y sin prisa pero sin pausa Jainaga tratará de atacarlos.

La marca obtenida por el lanzador eibartarra, 84,10 metros, le deja a solo noventa centímetros de la mínima olímpica de Tokio