e montó una fuga de muchísimo nivel, de la que salió el vencedor del día, Lutsenko. Era mi apuesta. Desde ese mismo momento, éramos conscientes de que se iba a ir rápido por la calidad de los corredores que componían la escapada y por el hecho de que entre ellos estuviera Greg van Avermaet, que estaba a unos tres minutos del líder, Adam Yates. Así que estaba claro lo que nos tocaba durante la etapa. El Mitchelton no podía dar mucho margen a la fuga y aunque Yates dio la impresión de coger el liderato con cierta desgana, hay que darse cuenta de la importancia que tiene para un equipo contar con el líder de la carrera. El Mitchelton ha defendido el liderato, aunque sin la idea de cazar a los fugados. La etapa iba rapidísima en la parte llana, hasta que hemos entrado en la zona montañosa. A partir de entonces nos hemos tenido que centrar en la lucha por la posición para situar lo mejor posible a los líderes. Aún somos muchos los equipos con interés en la general, por lo que los trenos que se montan para colocar a cada líder delante generan mucha tensión. En ese aspecto, hemos hecho un buen trabajo y hemos metido delante a Mikel para que rodara sin complicaciones y con el mínimo gasto posible. El Col de la Lusette era una subida exigente, sobre todo en la parte media del puerto, de carretera estrecha. Era un lugar donde se podía endurecer mucho la carrera, pero también es verdad que los últimos 12 kilómetros hasta meta tenían muy poca pendiente. Eso implicaba que fuese muy complicado atacar en la parte dura y llegar a la cima de Mont Aigoual. En la Lusette el Ineos ha puesto su ritmo, pero creo que se debía a una estrategia para proteger a Bernal. Tengo la impresión de que Bernal no está ahora mismo al 100% y su equipo ha cogido la batuta para hacer una primera parte de la subida agresiva para que los rivales templaran los ánimos y después marcar una marchita que les interesaba. Nadie ha discutido ni ha intentado cambiarles el paso. En ese aspecto, poco batalla de cara a la general. Todos están muy igualados y nadie quiere arriesgar. Cuando todos ven que están a unos pocos segundos del maillot amarillo nadie quiere exponerse. No hay ningún valiente que tire la primera piedra si no ven que pueden hacer daño de verdad.