ra una etapa con más de 3.000 metros de desnivel y en la que se podía hacer daño de cara a la general, pero lo cierto es que todos hemos jugado a la defensiva. Creo que ha pesado más el protegerse que la idea de hacer daño. Había terreno suficiente para intentarlo, sobre todo con la ascensión a los dos puertos de 1ª, pero ni el Jumbo ni el Ineos han cogido la responsabilidad. La marcha la ha marcado el Emirates, el equipo del líder. Era un ritmo cómodo, en el que no se sufría demasiado, y la pelea, más que nada, era para la colocación de los líderes en los pasos de montaña. Los descensos tenían su miga y después de lo que sucedió el primer día, tengo la impresión de que nadie quería sustos. Teníamos en mente lo ocurrido. Así que descartada la batalla por la general, todo se ha centrado en el duelo por la victoria de etapa en Niza. Creo que todos sabíamos que Alaphilippe arrancaría, pero es muy explosivo y muy difícil de seguir. Hirschi ha podido pegarse a su rueda y Adam Yates ha conectado después. Alaphilippe ha demostrado que en finales de ese tipo se maneja muy bien y se ha llevado el triunfo. A partir de ahí, nuestro objetivo era que Mikel entrara sin problemas con el grupo de favoritos y lo hemos logrado. Solo Daniel Felipe Martínez, por un caída, y Aru, han perdido tiempo.
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