JOVENTUT Dimitrijevic (16), Ventura (3), López Aróstegui (9), Morgan (19), Omic (6) -quinteto inicial-, Zagars (4), Busquets (-), Kanter (2), Parra (-), Prepelic (26) y Stevic (4).

UNICAJA Díaz (11), Brizuela (8), Bouteille (28), Simonovic (-), Gerun (2) -quinteto titular-, Mekel (8), Adams (9), Elegar (-), Ejim (9), Waczynski (-), Guerrero (4) y Suárez (12).

Parciales 20-13; 16-26; 20-22; 33-37.

Árbitros Hierrezuelo, Cortés y Oyón.

Pabellón Fuente de San Luis.

- Un solvente Unicaja superó (89-98) al Joventut Badalona en la tercera jornada del grupo A en la fase final de la Liga Endesa, segunda victoria del equipo malagueño que les mete en la pelea por uno de los dos billetes a semifinales en la Fonteta. Los de Luis Casimiro fueron de menos a más para terminar con una victoria vital que les permite seguir con las opciones intactas en la batalla por el título doméstico. Un desenlace excepcional de la liga, fruto de la suspensión de la temporada regular que trajo el coronavirus, por el que Unicaja sigue apostando. Tras un último cuarto espectacular, la balanza se inclinó del lado de los andaluces.

Bouteille consiguió 19 de sus 28 puntos totales en el último cuarto de apenas su quinto partido de verde. Se quedó sin anotar Waczynski, pero encontró recursos suficientes el Unicaja, los que ha buscado en este parón, y también en Brizuela, Alberto Díaz o Carlos Suárez. El acierto en el triple dejó atrás a un Joventut con menos armas y que peleó únicamente con su estrella Prepelic (26) y un Morgan (19) también enchufado al final.

El cuadro catalán entró mejor al partido, pero justo antes del descanso y de cara a la segunda parte el Unicaja logró su primera ventaja (36-39). Dimitrijevic fue gran culpable del 14-3 inicial, pero los malagueños fueron poco a poco tomando la medida al encuentro, con la lucha de Carlos Suárez y los puntos del omnipresente Brizuela.

La defensa del Unicaja mejoró y las fuerzas se igualaron mucho en todas las facetas, para bien o para mal. Bien ambos en rebote defensivo, con lo que apenas hubo capturas en ataque, y mal en el triple. Con Prepelic bajo vigilancia, a la Penya le costó funcionar en los últimos minutos de ventaja costasoleña.

Tras el descanso, fue el Unicaja quien dio un paso adelante en mejorar esas cuestiones pendientes. Entraron los triples y llegaron los rebotes ofensivos, con Suárez protagonista en ambos casos, para amenazar con romper el partido (54-61). Aguantó el Joventut, con Prepelic de base y con varios puntos de Morgan. Sin embargo, Casimiro empezó a encontrar mucho artillero y un desatado Bouteille fue quien enfrió la reacción verdinegra.