- El año pasado el Ineos contaba con un diamante que se terminó de pulir durante el Tour de Francia. El Ineos llegaba a la Grande Boucle con Geraint Thomas como flamante campeón tras desbancar a Chris Froome de su reinado. Un Froome que no pudo armar la revancha en 2019 porque su caída en el Dauphiné le privó de aspirar a su quinto maillot amarillo y de elevarse así a los altares del ciclismo. De modo que Thomas era el señalado como máximo aspirante a reeditar el título, por aquello del dominio de los últimos tiempos del Sky y su heredero Ineos.

Si bien, el año pasado Thomas encontró a su mayor rival en el seno de su propio equipo: Egan Bernal, presente y futuro. Porque el colombiano, transcurriendo el dictado de la carretera, se alzó como un líder capaz de culminar ante los grandes corredores. Y eso galones amarillos que se cosió son los que ahora no quiere deshilachar. Al contrario, los grapa. Por si las moscas. Porque así se pronuncia Bernal, autoritario, jerárquico: "No seré gregario de Froome o Thomas". Que se entere el mundo. Porque las palabras vertidas en Eurosport alertan de que no portará yugos.

"Entiendo la situación del equipo, que puede estar más interesado en ganar un quinto Tour con Froome o un segundo con Thomas: son dos corredores británicos e Ineos es un equipo británico", expresó el cafetero. El vigente campeón dice comprenderlo todo, pero... ¿Por qué ha de comprender si ser comprendido?

"También entiendo la posición de Thomas, quien en los últimos dos Tours logró un primer y un segundo lugar, y también el de Froome: tras ver todo lo que le sucedió, ganar el quinto Tour sería una buena manera de regresar...", comenta, para seguido aderezar la ensalada de talento con su ambición: "..., pero quiero ganar también: incluso siendo joven no tiraré la oportunidad de conquistar otro Tour. ¿Puedo sacrificarme por alguien más si estoy al 100%? No lo creo".

En el Movistar de Quintana, Valverde y Landa se hablaba de tricefalía. Desde luego, este escenario que presenta el Ineos para la próxima edición del Tour, lo es. Bernal sabe que batió a Thomas, que a su vez doblegó a Froome, pero Froome aspira a la leyenda -que se escribe con los nombres de Miguel Indurain, Bernard Hinault, Eddy Merckx y Jacques Anquetil- con un golpe de autoridad tras su inclinación ante Thomas y a dar un riego de veteranía a las juventudes que reclaman sus tronos en el ciclismo; pero el Bernal gregario es cosa del pasado. Si es por el colombiano, ese rol jamás volverá. Aunque también salpimenta su discurso con el espíritu de equipo que hace honor a este deporte. No hay que perder las buenas costumbres...

"Sin embargo, será la carretera lo que pondrá a todos en su lugar. Después de las primeras etapas veremos en qué posición está Froome, en qué posición está Thomas y en qué posición estoy. Claramente, aunque sea el campeón defensor, no puedo ir al equipo hoy y decir que soy el único líder", comenta, con una coletilla que subraya sus intenciones.

"No pienso en el Tour, no puedo pensar ahora", manifestaba días atrás el corredor de Zipaquirá, cuando el confinamiento y las dudas abrazaban a la competición, cuando el covid-19 era el rutómetro. Pero ahora que el futuro ofrece la perspectiva de los Campos Elíseos en el venidero 20 de septiembre, el foco del colombiano presenta nitidez. A sus 23 años, el corredor más joven en conquistar el Tour en el último siglo, no quiere echar la vista atrás hacia tiempos pretéritos.

Otro que mira al frente, para borrar el pasado reciente, es Froome, que el anterior febrero, ocho meses después de su accidente, regresó a la competición. Lo hizo en el Tour de los Emiratos Árabes, donde irrumpió el coronavirus para anclar las bicicletas a los rodillos. "Estoy preparado", indicó el tetracampeón del Tour. Froome habló sin tapujos para L'Equipe: "Ganar el Tour sigue siendo mi objetivo principal, me siento rejuvenecido, fresco y con muchas motivaciones nuevas que no tenía antes. Desde un punto de vista muy personal, es una ventaja tener más tiempo para preparar el Tour". El 29 de agosto comienza a pedalear la tricefalía del Ineos. Sin yugos. Bernal reclama libertad.