- A falta de público por culpa del coronavirus, los clubes de las competiciones que se mantienen con vida a lo largo del planeta se las tienen que ingeniar para rellenar sus recintos deportivos con aficionados silenciosos: maniquíes y robots, en fútbol y béisbol, respectivamente, sustituyen a los habituales hinchas ruidosos. No tienen alma, pero sí ocupan espacio y parece suficiente para animar los partidos de la liga de fútbol de Bielorrusia, la única de Europa en juego, y de un equipo de béisbol taiwanés, el Rakuten Monkeys, que participa en el torneo chino de ese deporte que volvió este mismo sábado a la competición tras un parón obligado por el coronavirus.
Los primeros en utilizar seres no humanos para aliviar los agujeros de las gradas de su estadio fueron los dirigentes del Dinamo de Brest, que apostaron por vender entradas virtuales para aquellos aficionados que no pudieran acudir al estadio. De momento, la asistencia en directo a los campos de fútbol no está prohibida en Bielorrusia, pero algunos hinchas no quieren ir por temor al coronavirus. Sin embargo, con esa iniciativa del Dinamo de Brest, pueden animar a su equipo sin estar presentes. Aquellos que compran una entrada virtual, tienen asegurado en su asiento un maniquí con su cara impresa para simular que están en las gradas.
El club bielorruso, cuyo presidente honorífico es el argentino Diego Armando Maradona, estrenó esa curiosa medida la semana pasada durante un partido de Copa ante el Shakhter Soligorsk. Tuvo éxito y, además, el Dinamo de Brest ganó 2-0 en el choque de ida para poner pie y medio en la final que disputaría contra el BATE o el Slavia Mozyr.
Mientras, a miles de kilómetros de Bielorrusia, en China, poco a poco ven la luz a la crisis generada por el covid-19. El país asiático ha permitido el regreso de algunas competiciones como el béisbol. Eso sí, los partidos se deben disputar sin público. Uno de los clubes implicados, el Rakuten Monkeys, no quiere dejar a sus jugadores solos sobre el terreno de juego y ha ideado una fórmula para sientan compañía desde las gradas. En este caso, en vez de maniquíes utilizan robots. En total, hasta 500 ocuparon el pasado sábado los asientos de las gradas del Taoyuan International Baseball Stadium para que no haya una sensación de vacío total.
Además, portaron pancartas con mensajes para los jugadores y, como curiosidad, lucieron mascarillas como medida de precaución simbólica para protegerse del coronavirus. Esta medida la anunció el club en su cuenta personal de Twitter, desde donde también lanzó un mensaje en forma de deseo: “Esperamos volver al habitual bullicio del estadio”.
De momento, no se sabe cuándo se volverá a la normalidad. Por ahora, en China tienen la suerte de haber dado un paso más hacia la recuperación. En el resto del mundo aún queda camino por recorrer. Mientras, el deporte, casi parado por completo, busca fórmulas ocurrentes para rellenar los estadios casi vacíos de aquellos clubes que compiten y que han encontrado en los maniquíes y en los robots a los seres no humanos que alivian el dolor de la soledad.