- Un entrenador no descansa nunca, menos si tan solo tiene 43 años y una larga carrera por delante. Este virus maldito que azota hoy en día al planeta ha roto momentáneamente el idilio que Ibon Navarro mantiene con el baloncesto, al que se entrega en cuerpo y alma después de haber renunciado tiempo atrás a su profesión como químico en el Parque Tecnológico de Miñano. Sin embargo, el vitoriano recién renovado por el MoraBanc Andorra hasta 2022 no baja la guardia. Consciente de que el difícil mundo de los banquillos le obliga a reciclarse casi a diario, participa en una iniciativa promovida por el Sindicato de Entrenadores de Baloncesto (SINEB), del cual es su presidente, destinada a fomentar la formación desde casa.

Con el objetivo de matar el gusanillo, mantenerse activo y hacer más llevadero este pesado confinamiento, el gasteiztarra integra la nutrida lista de entrenadores españoles del más alto nivel que amenizan estos días con entretenidas conferencias sobre diversos aspectos del juego. Cada 48 horas, una figura importante de los banquillos alecciona respecto a una materia ofreciendo la posibilidad a los aficionados de interaccionar y ver disipadas sus posibles dudas. Bajo el título Scouting: valor y uso en la preparación de partidos, Navarro se convirtió el pasado 27 de marzo en el segundo técnico en exhibir sus conocimientos.

"Queríamos hacer algo lo más abierto posible, no solo para afiliados sino para cualquier entrenador que esté en su casa y necesite ocupar la cabeza. Optamos por unas conferencias de unos 20 minutos exponiendo un tema, lo subimos al canal de Youtube del sindicato y todo el mundo puede interaccionar a través de las cuentas de Twitter preguntando durante todo el día al entrenador que haya dado la charla", explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA desde su casa del Principado de Andorra.

El SINEB es un sindicato de reciente creación -julio de 2019- que engloba a 150 entrenadores nacionales y está reconocido como interlocutor por la ACB para negociar los convenios. Este gremio ha nacido, en palabras de Navarro, con el objetivo de "dignificar la profesión, recuperar los derechos laborables y reconocer como profesionales" a los numerosos ayudantes de todas las competiciones, incluidos los de Liga LEB y la Liga Femenina. Actualmente acoge a 11 de los 18 técnicos de la ACB y pretende poner en marcha iniciativas que disparen el número de afiliados.

Dichas conferencias son, a juicio del vitoriano, "una forma de seguir dando material al aficionado para que siga alimentando sus inquietudes sobre el juego y también una manera de estar activos". "Esto es positivo para que el público siga conociéndonos, no solo por cuestiones de litigios sino por ser un sindicato que quiere ayudar a la gente y a los entrenadores en cuestiones del juego".

Joan Plaza, Curro Segura o Javi Carrasco ya han expuesto sus conocimientos y en los próximos días también lo harán Pedro Martínez, Luis Casimiro o José Ángel Samaniego, quien fuera asistente del Baskonia durante cuatro temporadas. "Va a ser complicado que este verano haya muchos clínics por cómo puede acabar la temporada y cómo estará la situación de la sociedad. A veces este tipo de charlas sirven como feedback para saber si lo que estás haciendo se corresponde con lo ideal que tú tienes pensado para cada aspecto de tu trabajo", puntualiza Navarro.

En definitiva, debates enriquecedores para que los aficionados también conozcan de cerca la personalidad y la forma de desenvolverse de un gremio indispensable para los éxitos en un torneo. El preparador vitoriano admite que en "nuestra trastienda hay muchas cosas que la gente no sabe". Una de ellas es la labor impagable de los ayudantes, que a su juicio "realizan un trabajo poco visible de cara al espectador y la prensa que, a la postre, es básico".

Cuando está cerca de cumplir las 44 primaveras, un parón insólito ha alimentado el propósito de Ibon Navarro de seguir curtiéndose como técnico del más alto nivel. Desde su salida del Baskonia en el verano de 2015, este químico de profesión ha hecho realidad el complejo objetivo de asentarse en los banquillos ACB pasando por Manresa, Murcia y ahora Andorra. El alto riesgo que corrió en su día para buscar el éxito en el baloncesto ha merecido la pena y ahora no quiere quedarse atrás en esta carrera repleta de obstáculos.

"Es un momento extraño porque nunca a estas alturas de la temporada puedes tener tiempo de analizar ciertas cosas. Entonces me sirve para ver las cosas hechas de forma más específica. Ahora dispongo de más tiempo y menos agobio. Puedo ser más meticuloso en el análisis, ver en qué punto está la planificación de la pretemporada o si hay aspectos que están por debajo de lo que yo pensabas", remarca el gasteiztarra.