- La Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) se reunieron ayer para trabajar “de forma conjunta” sobre los calendarios de competición, el posible reinicio de la temporada y los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), estudiando distintas opciones y “barajando la viabilidad dentro del escenario actual”, por lo que ambas partes decidieron seguir hablando en “futuras reuniones en los próximos días”.
En relación a los calendarios, el organismo presidido por Javier Tebas explicó que analizaron conjuntamente “los escenarios de reinicio de la competición 19/20”, -aunque no se pueda disponer de una fecha hasta que no finalice la emergencia sanitaria- y que trabajan junto a las Ligas europeas y la UEFA en la comisión creada para tratar este asunto, y en la que participan “activamente”.
“Asimismo, y en función de cada escenario, se ha analizado, el efecto de los mismos en la próxima temporada 2020/21. En este sentido se evalúan los posibles efectos en todas las competiciones de la temporada siguiente, tanto nacionales como internacionales”, añadió la LFP en un comunicado publicado a última hora del día de ayer.
En otros asuntos, AFE y LFP realizaron un seguimiento del “protocolo de vuelta a los entrenamientos, con el fin de garantizar el más alto grado de seguridad para la salud de los futbolistas y todo el personal que desarrolla su trabajo con las plantillas deportivas”, siempre en el supuesto de que los jugadores volviesen a las sesiones presenciales. “Este protocolo se lleva trabajando desde hace 10 días de forma conjunta entre las dos partes y se compartirá con el resto de Ligas europeas para tratar de homogeneizar y dar forma a la vuelta a los entrenamientos”, finalizó la Liga.
- El temor a no poder regresar a casa, por la interrupción del tráfico aéreo con destino a otros países en Rusia, pudo más que el propio coronavirus: el Torneo de Candidatos de ajedrez al título mundial, única competición internacional que sobrevivía en medio de la pandemia universal, ha sido interrumpido justo a mitad de trayecto por la Federación Internacional (FIDE). El torneo de Ekaterimburgo (Rusia), del que saldrá, cuando termine en fecha aún desconocida, el retador del campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, se inauguró el 16 de mazo envuelto en la polémica, cuando arreciaba la pandemia y las competiciones internacionales iban cayendo una tras otra como fichas de un dominó. Antes de empezar, el azerbaiyano Teimour Radjábov, uno de los ocho clasificados, renunció a competir porque consideraba inadecuado mantener el torneo. Gracias a su renuncia entró el primer reserva, el francés Maxime Vachier-Lagrave, quien curiosamente es el líder en el momento de la interrupción. El torneo se puso en marcha, pero el pasado domingo el ruso Alexander Grischuk reclamó públicamente la suspensión. Cuando la mejor baza rusa en el torneo, Ian Nepomniachtchi, afirmó, justamente después de liquidar a Ding Liren en la sexta ronda, que no se encontraba bien de salud, los rumores sobre una posible suspensión se dispararon.