- El Leipzig volvió ayer a entrenarse, tras una semana de descanso forzado, bajo estrictas medidas que prohíben el contacto físico de los jugadores, obligan al trabajo en “pequeños grupos” y a cambiarse de ropa en “vestuarios separados”. La decisión ha sido criticada ya que Alemania es el cuarto país del mundo más afectado por la pandemia.
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