l pasado domingo por la noche los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos emitieron una recomendación en la que especificaron que ningún evento o reunión debía incluir a más de 50 personas durante las siguientes ocho semanas. Anteriormente, la NBA, a raíz de que Rudy Gobert (Utah Jazz) diera positivo por el coronavirus Covid-19, había firmado ya el cierre temporal de la actividad, aunque esperan retomarla a mediados de junio. También se puso el cartel de cerrado a las carreras de automovilismo, a la Liga Nacional de Hockey sobre hielo, al boxeo€ Todas las persianas deportivas del país norteamericano se bajaron, menos la de la cesta punta, que se seguía jugando en el frontón de Dania Jai Alai, situado en Fort Lauderdale, Florida. "La verdad es que aquí estábamos haciendo vida más o menos normal", revela Ibon Aldazabal (Berriatua, 1987). El Estado de Florida comenzó con la cuarentena y el martes les fue comunicado a la plantilla de 35 puntistas -Iturbide es el número 36, pero está teniendo problemas con la visa- que tocaba echar pie a tierra durante quince días. "Se ha llegado a un acuerdo con la empresa para que estas dos semanas corran como las de vacaciones que teníamos a mediados de abril", relata Iñigo Gorostola Arrieta, vicepresidente de la Ijapa (el sindicato de pelotaris). De este modo, la actividad, que se retomaba ayer tras dos días libres, se frena hasta la primera semana de abril y el parón de ese mes se elimina. Jugarán "todo seguido". En total, tenían siete funciones a la semana. El último confín.
El Casino de Dania Beach sigue abierto, aunque la empresa está recortando los horarios a medida de que se van endureciendo las medidas por parte de las instituciones. El frontón sí que cierra. "Estaba en contacto directo con el intendente, Benny Bueno, y con los jefes del casino y seguimos jugando hasta que se obligó a parar. Hemos sido el único deporte profesional que seguía en activo", certifica asimismo Iñigo Gorostola Arrieta, representante de los puntistas. En palabras del durangarra existe "incertidumbre" por cómo ha crecido la pandemia por todo el planeta, pero "nuestro trabajo no corre peligro". "Estamos en una situación laboral mejor a las de otras personas, ya que las hay que trabajan por horas. Si se cierra, nosotros seguiremos cobrando el sueldo mensual", señala.
El zaguero de Berriatua, Ibon Aldazabal, el pelotari con el golpe más rápido de la historia (305,7 kilómetros por hora), relata que "hasta ahora no teníamos restricción a la hora de ejercitarnos físicamente o en el frontón". El guardaespaldas vizcaíno desbroza también que el coronavirus Covid-19 es "monotema" en el vestuario.
Con todo, Aldazabal tiene contacto diario con su pareja y con la gente cercana que se encuentra en Euskadi. "Nos informan. Es un cambio drástico en nuestro estilo de sociedad, pero somos conscientes de que son esfuerzos que hay que realizar para parar la pandemia. Por supuesto, desde Estados Unidos estamos preocupados por los familiares, empezando por la gente mayor, pero también por las consecuencias económicas, sociales y psicológicas del confinamiento", finaliza Aldazabal.
"Nuestro trabajo no corre peligro; la empresa quiere continuar y queremos jugar"
Vicepresidente de la Ijapa