El Espanyol, tras la derrota del pasado domingo contra Osasuna, está a seis puntos de la permanencia en Primera División que en estos momentos marca el Celta con sus 26 puntos, un objetivo que, a día de hoy, parece complicado para un equipo que no ha culminado su crecimiento y que sigue presentando lagunas claras. La reacción que se intuyó tras la llegada de Abelardo al banquillo y el oxígeno renovado que supusieron las incorporaciones en el mercado invernal, principalmente la de un Raúl de Tomás que le dio un respiro a los periquitos con esos goles que tanto echaban en falta, se han desvanecido en unas últimas jornadas en las que los catalanes han enlazado tropiezos que no podían permitirse y se han quedado hundidos en el fondo de la clasificación al mismo tiempo que sus rivales directos iban sumando.

El conjunto blanquiazul ha vivido una montaña rusa en la campaña 2019-20 -la arrancó con la ilusión del regreso a Europa tras su sensacional final del pasado curso, aunque perdiendo a varias de sus piezas más importantes en el mercado veraniego, en el que no le funcionaron los refuerzos-, con tres entrenadores, cuarenta millones de euros invertidos en el mercado de invierno y ligeros síntomas de crecimiento. Pero la versión en El Sadar estuvo por debajo de lo esperado y el varapalo para la afición fue muy importante.

Las cuentas de la salvación pasan, históricamente, por sumar unos cuarenta puntos al final de temporada. El Espanyol atesora veinte en su casillero, por lo que debería ganar siete más para llegar a esta cota estadística. El rendimiento anterior del cuadro blanquiazul no invita para nada al optimismo.

De hecho, restan once jornadas para finalizar el curso y los periquitos únicamente han ganado cuatro partidos en la presente campaña. Todos los compromisos son finales y el grupo los asume como tal, empezando por el enfrentamiento contra el Deportivo Alavés del próximo domingo en casa.

Las asignaturas pendientes se mantienen. El Espanyol es especialmente débil en el RCDE Stadium, con solo un triunfo esta campaña. Los errores individuales siguen lastrando al grupo y la defensa no da seguridad al bloque: los de Abelardo son el equipo más goleado de la categoría, con 46 dianas en contra.

El vestuario no rechaza la autocrítica. Los futbolistas blanquiazules reconocían tras perder contra Osasuna que era un día duro, conscientes de la relevancia del choque. De todos modos, todos apuestan por aparcar el dramatismo y pensar en positivo hasta apurar las opciones matemáticas de la permanencia, aunque todo pasa por una reacción que no se puede dilatar más.

Uno de los mayores argumentos del Espanyol para seguir en Primera División es el rendimiento del delantero Raúl de Tomás. El nivel del ariete ha sido estelar desde que fichó en el mercado de invierno, pero la dependencia del madrileño es evidente y, cuando no aparece, el equipo no tiene pólvora.