retomo la costumbre de plasmar mis ideas en este bonito espacio. Un verano transcurrido donde los temas surgían y muchas reflexiones que me encantaría compartir con tod@s vosotr@s. Es tan sencillo como sentarse en un bar a leer el periódico y que la propia conversación con el camarero te anime a escribir sobre ciertos temas que quizás hoy en día pasan desapercibidos.

Llega a mí la siguiente noticia: “Otra lesión: Jayson Granger se rompe el tendón de Aquiles”. De repente, el camarero se acerca y me traslada lo siguiente. “Ahí tiene que haber algo de cabeza. No es normal que en tres años se haya roto tantas veces. Además, un pajarito me ha dicho que está con ayuda psicológica desde el año pasado”. Uno de los asiduos del bar comenta lo siguiente: “Con todo el dinero que tiene, yo no estaría tan preocupado”. Yo sonrío mientras escucho como dos personas hablan sin realmente conocer SU realidad, la realidad de un jugador que no puede ejercer su profesión por culpa de las lesiones.

El ser humano es MARAVILLOSO. Cada día me divierte más el hecho de observar cómo nos relacionamos entre nosotros, como cada uno tiene su propia realidad y la defiende a capa y espada, sin ser consciente que nadie mejor que uno mismo para saber qué necesita en cada momento.

¿A qué viene esta reflexión y que tiene que ver con la lesión de Jayson? Es muy curioso como en esta sociedad estudiamos el cuerpo a conciencia. Nos sabemos todos los músculos, todos los huesos y cuál es su funcionamiento. Y, sin embargo, cuando hablas de la mente, del poder del pensamiento y de cualquier herramienta o técnica que ponga el foco en conceptos más etéreos, te tachan de místico o de iluminado. Sin embargo, creo que no soy el único que tiene una vocecita en su interior, que a través de lo que llamamos pensamientos, te habla y te guía constantemente.

¿Alguna vez te has preguntado por qué y para que piensas? ¿Qué sentido tiene cada pensamiento en tu mente? ¿En qué te afecta en el día a día? ¿Eres consciente de lo que piensas?

Es interesante darte cuenta que tú eres tu mejor maestro, que no hay nadie mejor que tú para ser consciente de tus propios pensamientos. Un psicólogo, un coach, un terapeuta te acompaña a que lo observes, simplemente eso. No hay que hacer nada en nuestra profesión, simplemente permitirle SER al acompañado.

Mataría por saber qué tipo de pensamientos tiene y ha tenido Jayson Granger estos tres últimos años. ¿Habrá sido consciente de qué pensaba cuando estaba en cancha?

No nos paramos a observar este tipo de situaciones. Simplemente, hacemos. Es bonito darse cuenta que detrás de cada acción hay un pensamiento previo. ¿Te imaginas que un día estás comprando el pan y de repente no sabes qué haces ahí? Tienes que pensar primero en ir a comprar el pan para llevarlo a cabo.

¿Esto significa que todos los pensamientos se hacen realidad? De ser así, todos seríamos millonarios. Aún así, te lanzo una pregunta: ¿Eres consciente de lo que piensas? Párate diez segundos delante de este periódico y cierra los ojos. Observa qué te viene a la mente. No juzgues lo que piensas, ni siquiera pienses que es bueno o malo. Simplemente, obsérvalo. Es un bonito pequeño primer paso para darte cuenta.

¿Qué piensa un jugador antes de lanzar un tiro libre? ¿Qué piensa un jugador antes de un partido importante? ¿Cómo se siente un jugador a la vuelta de una lesión? ¿Qué es lo que quiere un jugador tras haberse lesionado de gravedad?

Tantas y tantas preguntas y tan pocas respuestas que sería interesante empezar a poner el foco no solo en estar físicamente bien sino también mentalmente. Ahí os lanzo la ultima pregunta: ¿Y la mente qué?

* El autor es socio de Sport&Play