La Seu D’Urgell - Joan Crespo llegó muy confiado al Mundial de piragüismo eslalon de La Seu D’Urgell. En buena forma y siempre mostrando su ambición, el palista donostiarra dijo que ganaría dos medallas. Es decir, sin comenzar siquiera la competición, Crespo ya vaticinó el éxito que le esperaba. Y es que a la medalla de oro que consiguió el pasado miércoles en la prueba de K1 por patrullas -junto a Samuel Hernanz y David Llorente- ayer se le unió la presea de bronce en la categoría individual. El palista de Basque Team cumplió su promesa y ahora saborea dos metales que suponen sus mejores resultados mundialistas. Ayer, Crespo mostró un poderío envidiable. A la altura de muy pocos. Navegó con soltura en la semifinal y, sin tocar ninguna puerta, se plantó por méritos propios en la lucha por las medallas.
Y allí, en la última bajada del Mundial, el donostiarra echó el resto para subirse al tercer escalón del podio. “Me he encontrado muy bien desde el primer día y a pesar de los fallos cometidos en la final, el tiempo ha sido muy bueno, tanto que ha valido el bronce”, declaró tras la competición. Sin embargo, a pesar del bronce cosechado, el piragüista de Basque Team todavía no tiene garantizada su presencia en los Juegos de Tokio puesto que Llorente, el único palista que ahora puede arrebatarle el sueño olímpico, fue ayer plata en el Mundial.