Madrid - Ángel María Villar, expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), reapareció ayer en un acto público dos años después del inicio de la instrucción de la Operación Soule, en la que está investigado y de la que afirma va “lentísima”, aunque añade: “espero que me declaren inocente”. Villar denuncióademás “el daño irreparable causado” a Sandro Rosell en el proceso judicial por el que estuvo dos años en prisión preventiva para después ser absuelto.

“Es una injusticia lo que se ha hecho con Rosell, con su mujer y sus familiares y amigos. El daño moral, material y físico de salud que se ha hecho a esa familia es irreparable. ¿Qué hace la sociedad, el mundo del fútbol para que eso no se vuelva repetir?, pues nada, solo nos preocupa cuando nos pasa a nosotros”, afirmó.

Villar intervino en el foro World Football Summit en Madrid, para hablar de los retos actuales del fútbol, y a preguntas de la abogada Reyes Bellver habló también del caso del expresidente del Barça, que estuvo encarcelado 643 días antes de ser juzgado por blanqueo de capitales y luego declarado inocente, y de la Operación Soule.

“Me encuentro de maravilla, en mi salsa con gente del fútbol, la instrucción es lentísima”, dijo Villar, uno de los investigados por la presunta comisión de delitos de administración desleal y apropiación indebida en la RFEF, que presidió durante 29 años (1988-2017).

Inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) en diciembre de 2017 Villar argumentó que ayer rompió su silencio en un acto público por agradecimiento al fútbol. - DEIA/Efe