Vitoria - Hace algo menos de un año los teléfonos de las alavesas Clara Fernández de Trocóniz, Montse Gutiérrez, Silvia Lasarte y Nahia Urturi, jugadoras del CB Araba, comenzaron a sonar. Al otro lado de la línea se encontraron una propuesta tan atractiva como inesperada: la posibilidad de viajar a Estados Unidos para compaginar sus estudios universitarios con practicar el baloncesto, su pasión, al más alto nivel. “Cuando nos lo contaron no nos lo creíamos. Todavía no somos conscientes de dónde vamos a estar esta temporada”, comentan con una sonrisa de oreja a oreja.

La respuesta no fue inmediata. De hecho, tardaron unos meses en asimilar la oportunidad que se alzaba ante ellas. “Yo no tenía claro si iba a poder seguir jugando al baloncesto a este nivel una vez empezara con la universidad. Ahora podré dar el máximo tanto en los estudios como en el basket”, afirma Nahia Urturi. A Clara Fernández de Trocóniz, por su parte, le costó mucho tomar la decisión: “Tenía muchas ganas pero también me daba miedo”. El programa que ofrecen las universidades norteamericanas para el desarrollo deportivo y académico es de los mejores del mundo, a la par de exigente. “Si no aprobamos, no jugaremos”. Las puertas de las universidades norteamericanas están cerradas a la mayoría de bolsillos, pero a las cuatro alavesas se les han abierto de par en par gracias a la beca deportiva conseguida.

Aunque las cuatro han permanecido juntas en las categorías inferiores de la selección de Álava y de Euskadi, cada una viajará a una punta de EEUU para continuar con su carrera. Silvia Lasarte jugará en Rollins College (Florida) en la Segunda División de la NCAA, la liga universitaria estadounidense que produce las estrellas de la WNBA, la liga de baloncesto femenino más importante del mundo. Nahia Urturi jugará en la misma categoría pero en una conferencia diferente, en la Ohio Valley University. Lo mismo sucede con Clara Fernández de Trocóniz, que compaginará estudios y baloncesto en la Texas A&M International University. Montse Gutiérrez jugará en una liga menos exigente como la Junior College en Eastern Wyoming.

Caminos con un mismo final Las cuatro jugadoras han jugado el último año en el equipo junior del CB Araba, aunque sus trayectorias han sido diferentes. Hace dos temporadas el club juntó a sus jugadoras más talentosas con las del San Viator y formaron un equipo irrepetible que este año ha logrado clasificarse para el Campeonato de España junior. “Fue muy duro perder el último enfrentamiento en la fase de grupos sobre todo por ser nuestro último partido juntas y delante de nuestras familias, me dio mucha pena”, admite Silvia Lasarte. Eso sí, el Campeonato de Euskadi no se les escapó.

En casa de Lasarte el baloncesto siempre ha sido el deporte predilecto. La pívot de 1,86 metros comenzó a jugar en tercero de primaria en su colegio, Olabide y más adelante se fue al San Viator. Conoció a sus tres compañeras de viaje a Estados Unidos en las categorías inferiores de la selección de Álava y de Euskadi y hace dos temporadas fichó por el CB Araba.

Trayectoria similar siguió Montse Gutiérrez. La alero empezó a jugar en Urkide a la misma edad, siguiendo los pasos de su hermana Sonia, que encendió su amor por este deporte. A los dos años se fue al San Viator y terminó fichando en 2017 por el Araba junto a Lasarte y Urturi. Esta segunda empezó algo más tarde, ya que lo que realmente le gustaba era el fútbol. Sin embargo, su abuela le animó a apuntarse a baloncesto y se unió al equipo de su colegio, el San Prudencio. También desde la posición de alero, buscó mayor exigencia en San Viator y recaló en el Araba hace dos temporadas.

El caso de Clara Fernández de Trocóniz ha sido algo diferente, ya que no ha llegado a jugar en San Viator. La alero quiso apuntarse en tercero de primaria al equipo de su colegio, pero el médico le recomendó practicar natación debido a sus problemas de espalda. Al año siguiente se unió a sus amigas en el Marianistas, donde permaneció hasta el verano pasado, cuando decidió cambiar de aires y juntarse con sus compañeras de selección en el Araba.

Reto ilusionante Las alavesas van a vivir el sueño americano durante los cuatro años que duren sus estudios. Se lo han ganado con su esfuerzo, pero el desafío no ha hecho más que comenzar, y es que el salto académico y deportivo va a ser muy grande, a lo que hay que sumar la dificultad añadida del inglés. “Lo llevamos más o menos... Esperamos mejorarlo”, bromean. Saben que actualmente solo las mejores se pueden ganar la vida dedicándose al baloncesto, por lo que se centrarán primero en sacar adelante sus estudios. Deben rendir bien en ambas facetas si quieren mantener la beca.

Lasarte, Urturi y Fernández de Trocóniz tienen claro que lo suyo son las ciencias. Las dos primeras van a estudiar algo relacionado con la bioquímica y la tercera apostará por la química. En Estados Unidos los dos primeros años de carrera son comunes a muchos grados y los estudiantes eligen su especialización a partir del tercero. Gutiérrez será la única que vaya por la rama de letras, concretamente por la Economía.

Todas pasarán horas en la biblioteca, pero el gimnasio también ocupará gran parte de sus agendas. Allí se encontrarán con rivales de todas las estaturas y de gran capacidad atlética, la exigencia crecerá exponencialmente. Urturi teme que le vayan a pasar por encima. “¡Anda ya! Si eres la que más fuerza tiene de las cuatro”, le responden sus compañeras. Fernández de Trocóniz es la única que ha visto vídeos de quienes serán sus compañeras a partir de este año: “La verdad es que son muy buenas, me sorprendió sobre todo la intensidad con la que juegan, tengo ganas de empezar ya”.

La WNBA, al igual que la NBA en el caso de los chicos, es la competición con la que toda jugadora sueña. Silvia Lasarte tuvo la suerte de poder presenciar un partido de las Minnesota Lynx, campeonas en cuatro de las últimas ocho ediciones de la competición, en directo. “La que más me impactó fue Maya Moore, es una jugadora increíble”, recuerda. La WNBA son palabras mayores, pero al menos podrán vivir el baloncesto norteamericano de primera mano.

Con las maletas preparadas El año académico norteamericano comenzará en breve y alguna ya ha cogido rumbo a Estados Unidos en el momento en el que se publica esta entrevista. La última en salir será Urturi, que fue el 30 de julio a recoger su visado a Madrid y viajará el 10 de agosto. “Las Fiestas de La Blanca no se tocan”, ríe la futura jugadora de Ohio Valley University.

Aunque les gustaría, en sus maletas no podrán viajar ni amigos ni familiares. “Se les va a echar de menos, nuestros padres nos han apoyado desde el principio en nuestra decisión”, asegura Gutiérrez. Lasarte, por su parte, subraya que las nuevas tecnologías les servirán para mantener el contacto con la capital alavesa. En cualquier caso, regresarán a su ciudad en verano y Navidad para reunirse con su círculo cercano.

Allí les espera una aventura que en ningún caso podrían vivir si se quedaran en Europa. Algunas de ellas ya han podido hablar con quien será su técnico esta temporada. Gutiérrez, además, viajará con una amiga del club guipuzcoano Bera Bera, con quien ha compartido vestuario en la selección de Euskadi. El contar con amigas en su misma situación ha sido el empujoncito que necesitaban para cruzar el charco, a pesar de que les separarán miles de kilómetros. “Seguro que nos las arreglamos para poder juntarnos y vernos allí”, aseguran. El sueño americano no ha hecho más que comenzar para ellas.

Aunque las cuatro gasteiztarras vayan a dejar su ciudad para jugar en Estados Unidos, se van con el buen sabor de boca de haber completado una meritoria temporada con el CB Araba. Fueron subcampeonas de Álava pero lograron la victoria en el Campeonato de Euskadi. Además, han quedado en primer lugar en las dos fases de Liga Vasca y se llevaron la Copa Easo. Por si fuera poco, consiguieron clasificarse para el Campeonato de España, en el que estuvieron los 32 mejores equipos del país, pero cayeron en la fase de grupos.

Edad. 18 años.

Posición. Alero

Altura. 1,72 metros.

Equipo. Ohio Valley University, de la NCAA Division II.

Qué estudiará. Bioquímica.

Trayectoria. Comenzó a jugar en quinto de primaria en el Colegio San Prudencio. Poco después fichó por el San Viator y hace dos cursos recaló en el CB Araba.

Edad. 18 años.

Posición. Pívot.

Altura. 1,86 metros.

Equipo. Rollins College, de la NCAA Division II.

Qué estudiará. Bioquímica o Biología Molecular.

Trayectoria. En tercero de primaria empezó a jugar en Olabide, para pasar después a San Viator y fichar por el CB Araba en 2017.

Edad. 18 años

Posición. Alero

Altura. 1,80 metros.

Equipo. Texas A&M International University, de la NCAA II.

Qué estudiará. Química.

Trayectoria. Empezó a practicar el baloncesto en su colegio, Marianistas, en cuarto de primaria, donde jugó hasta el verano pasado, cuando se unió al Araba.

Edad. 18 años

Posición. Alero

Altura. 1,83 metros.

Equipo. Eastern Wyoming, de la Junior College.

Qué estudiará. Algo relacionado con Economía.

Trayectoria. En tercero de primaria, empezó a jugar en Urkide. Recaló hace dos años en el Araba tras pasar antes por el San Viator.