La mina de Hamilton

Lewis Hamilton lidera el Gran Premio de Francia ante Valtteri Bottas y Charles Leclerc. Foto: Efe

PARÍS - Gran Premio de Francia, octavo episodio de la temporada de Fórmula 1: 53 vueltas al circuito Paul Ricard. Para aquellos interesados únicamente en el orden de las cinco primeras posiciones sobraron 46 pasos por meta. En siete vueltas se organizaron las cinco primera plazas, y la carrera se congeló: Lewis Hamilton, Valtteri Bottas -¡menuda sorpresa ver a Mercedes copando un gran premio!: sexto doblete del año para la escudería-, Charles Leclerc, Max Verstappen y Sebastian Vettel. Este fue quien, en el séptimo giro, realizó el último cambio en las cinco primeras posiciones. ¡Viva la competencia! ¡Arriba el espectáculo! La era híbrida (2014-2019) tiene un nombre: Mercedes.

Cuando restaban quince vueltas para finiquitar la prueba gala, la diferencia entre cada uno de los cinco primeros pilotos era de unos siete segundos. En el caso de Hamilton, su ventaja respecto a Bottas, segundo, era de más de doce unidades.

La disposición de la carrera, según escuderías, era: Mercedes en vanguardia; veinte sistemas planetarios de distancia después en cuanto a rendimiento se refiere, aparecía el Ferrari de Leclerc; conformando el trío de lo más granado de la F-1 aparecía el Red Bull de Verstappen en cuarta posición; cerrando el quinteto, Vettel con el otro Ferrari, tras avanzar dos posiciones respecto al puesto de salida. Después de las marcas distinguidas, a 40 segundos del piloto alemán, aparecía el McLaren de Carlos Sainz, sorprendente -a pesar de la desventaja- por el hecho de convertirse en la cuarta fábrica más rápida en carrera. El madrileño fue el primer piloto de los que no fueron doblados. Llegó incluso a asomar el morro en la cuarta plaza durante los primeros compases.

La última vuelta dejó un detalle abrumador sobre quién manda en la F-1. Hamilton, que montaba unos neumáticos duros con 29 vueltas de vida, registró la vuelta rápida. Vettel, que calzó gomas nuevas blandas en la penúltimo giro a fin de concederse una vuelta de margen para buscar el punto que concede la vuelta rápida, se la arrebató al inglés en la citada final lap, aunque por la raquítica diferencia de dos centésimas.

O sea, el Mercedes, además de ser un misil tierra-tierra, en manos de Hamilton cobra velocidad lumínica. 18 segundos endosó en meta a su compañero de equipo, el extrañado Bottas. “Tengo que entender qué puedo hacer mejor para la próxima carrera; Lewis no es invencible, lo sé. Debo trabajar duro”, expresó el finlandés, la esperanza personificada de quienes anhelan alternancia de campeones. Desde luego, fe ya atesora Bottas. Coche también. ¿Y manos? Con un calco del bólido del líder del Mundial ya se aleja a 36 puntos de la cima del campeonato. El tercer clasificado, Vettel, difuminado en la perspectiva panorámica, ya está a 76 puntos. El equivalente a tres carreras contadas los pluses de los puntos de sus vueltas rápidas. Un dato para apagar la esperanza ferrarista: el último año en el que Hamilton abandonó en tres ocasiones fue en 2014, y resultó campeón.

Es irrisorio el discurso de Hamilton al extinguirse las carreras. La superioridad es tal que parece sentirse obligado a imprimir mérito a sus gestas, y esto suena a broma. Menos mal que está Bottas, ayer a 18 segundos, para dar valor las dotes del inglés. El finlandés, con problemas para calentar sus neumáticos tras la aparición de un safety car virtual, vio amenazada su segunda plaza en la última vuelta, cuando Leclerc trató de adelantar en la curva final. “¡Este chico ni siquiera ha sudado!”, bromeó el tricampeón Jackie Stewart tras el pesaje de los pilotos, señalando al monegasco. “Es que tiene 15 años”, respondió Hamilton, que decía estos días que ansiaba batirse en duelo justo con Leclerc. El chico, que presenta 21 años, está acreditándose como futuro campeón.

“No ha sido fácil, siempre hay algo en el coche que está al límite. Todo depende de la temperatura, el desgaste, la fiabilidad... Así que estuve cuidando el motor y ahorrando combustible donde podía. Estaba gestionando los neumáticos. Tenía ampollas en los delanteros y estaba algo preocupado”, manifestó Hamilton al término de la prueba. ¿Se está mofando? La realidad fue que, nada más advertir por radio que tenía blistering, marcó la vuelta rápida a esas alturas de la carrera (giro 42). Benditos problemas los suyos. ¡Quién los pudiera tener...!

A este ritmo, con las 79 victorias que nutren su palmarés, las 91 de Michael Schumacher se antojan abordables para el inglés. Suma seis triunfos de ocho posibles y la temporada ofrece todavía trece carreras por celebrarse. Una mina de oro para Hamilton.

a un triunfo de la mayor racha La gloria de Hamilton es la de Mercedes. La escudería con sede en Brackley se quedó ayer a una victoria de igualar la racha más extensa de la historia en cuanto a conquistas seguidas se refiere. El hito lo ostenta McLaren, que entre al Gran Premio de Brasil de 1988 y el Bélgica de ese mismo año logró diez victorias consecutivas. Por de pronto, Mercedes estira el récord de mejor arranque de una temporada. Cuenta las ocho primera citas del calendario por victorias. Ayer, además, rubricó el sexto doblete del curso.

Vuelta rápida: La vuelta 53 de Sebastian Vettel (Ferrari), con un tiempo de 1:32,740 a una velocidad media de 226,774 kilómetros por hora.

Líderes sucesivos: No hubo alternancia en el liderato. Lewis Hamilton (Mercedes) lideró desde la primera hasta la última vuelta de la carrera (1-53).

Próxima carrera: El Gran Premio de Austria, que se celebrará del 28 al 30 de junio en el circuito Red Bull Ring de Spielberg.

Charles Leclerc (Ferrari) a 18,985

Lewis Hamilton (Mercedes) 1h24:31,198

Valtteri Bottas (Mercedes) a 18,056

4. Max Verstappen (Red Bull) a 34,905

5. Sebastian Vettel (Ferrari) a 1:02,796

6. Carlos Sainz (McLaren) a 1:35,462

7. Daniel Ricciardo (Renault) a 1 vuelta

8. Kimi Raikkonen (Alfa Romeo) a 1 vuelta

9. Nico Hulkenberg (Renault) a 1 vuelta