donostia - Calor. Botellas de agua circulando de mano en mano. Algunas para beber. Otras para ejercer de improvisadas duchas. Solo habían transcurrido unos minutos desde que Kilian Jornet cruzara la meta de Zegama, y la zona se había convertido en un hervidero de corredores, comentando una carrera condicionada por las altas temperaturas. Todos coincidían en ello. Incluido el ganador. “Para mí la Zegama es un sueño. Lo es desde que gané por primera vez aquí en 2007, uno de los momentos más increíbles de mi carrera. Repetir tantos años después me hace muy feliz. La clave de esta victoria ha estado en saber gestionar el calor y el rápido inicio que hemos tenido. Por momentos he tenido miedo de terminar reventando. ¿El récord? A ver si en otra edición, con más frío y mejores piernas, podemos intentarlo”.
Eli Anne Dvergsdal, vencedora en categoría femenina, subrayó que su victoria se produjo en su “primer maratón” y en su “primera carrera en Euskadi”. “Todo el mundo me hablaba de esta prueba y de su dureza. Vengo de Noruega y pensaba que me podía adaptar muy bien. Pero, llegado el día de la carrera, miraba al cielo y me preguntaba dónde estaba la lluvia. El calor ha endurecido mucho la jornada”,. - M.R.