HUESCA: Santamaría; Miramón, Etxeita, Mantovani, Javi Galán; Yangel Herrera, Musto; Cucho Hernández (Min. 75, Juanpi), Chimy Ávila (Min. 86, Melero), Ferreiro; y Enric Gallego.

EIBAR: Dmitrovic; De Blasis, Sergio Álvarez, Oliveira, Cucurella; Pedro León, Diop (Min. 43, Marí), Escalante, Pere Milla (Min. 71, Sergi Enrich); Charles y Kike (Min. 40, Cardona).

Goles: 1-0: Min. 54; Enric Gallego; 2-0: Min. 58; Chimy Ávila.

Árbitro: Medié Jiménez. Amonestó a los locales Enric Gallego, Yangel Herrera, Chimy Avila y Mantovani y al visitante Diop.

Incidencias: El Alcoraz, ante 6.157 espectadores.

Huesca - El Huesca sigue creyendo en el milagro de la salvación tras vencer este martes por 2-0 al Eibar, un triunfo ‘obligado’ porque de no haberlo logrado sus opciones de permanencia prácticamente se habrían esfumado.

El conjunto aragonés se ha apuntado a la cofradía del clavo ardiendo y, a pesar de que su situación es agónica y parece tener un pie y medio en Segunda, se niega, por su tesón, a hacer buena lo que a todas luces parece una realidad inapelable.

En la posición de colista desde la sexta jornada de Liga, el equipo altoaragonés sigue obstinado en no dar su brazo a torcer y en hacer buenas a las matemáticas, que dicen que todavía es posible conseguir lo que a estas alturas de temporada parece una utopía.

Con el triunfo ante un conjunto armero con muchas bajas, el equipo de Francisco Rodríguez ha ganado una semana de vida, que para los más pesimistas supone prolongar la agonía una jornada más y para los más optimistas un motivo para creer en que la fe mueve montañas, a pesar de que la que tiene enfrente el Huesca es del tamaño del Everest.

El Huesca hizo hincar la rodilla a un Eibar que se jugaba poco en el envite porque se encuentra en una situación relativamente cómoda, gracias a las virtudes que le han llevado a no darse por vencido esta temporada, la fe en que la salvación es posible, la confianza en sus propias fuerzas, la entrega sin reservas y no levantar jamás la bandera blanca.

Esta vez al Huesca no se le torció el partido y se llevó los tres puntos porque hizo de la necesidad virtud y dejó claro sobre el césped que era el que más necesitaba ganar.l. - Efe