Zumarraga - La unión hace la fuerza. La máxima cobra sentido en muchos aspectos de la vida y el ciclismo no es ajeno a ello. Cohesionado durante años por la existencia de Euskaltel-Euskadi, el aficionado vasco vivió épocas de bonanza, hasta que ese sentimiento de pertenencia que logró la escuadra vasca quedó huérfano tras su desaparición al término de la temporada 2013. Un vacío de un año, eterno, cuyo hueco ocuparon Euskadi-Murias en 2015 y la Fundación Euskadi en 2018. Cada uno apostó por hacer su camino, persiguiendo los mismos objetivos aunque siguiendo trayectorias distintas. Así han discurrido las dos últimas temporadas, también la actual, aunque todo podría cambiar en 2020 después de que Murias le haya tendido la mano a al Fundación para unir fuerzas y volver a tener un único equipo vasco a partir del próximo año. Así lo hizo público ayer en Zumarraga, donde la escuadra dirigida por Jon Odriozola inició su segunda Vuelta al País Vasco, Javier Lasagabaster, miembro del Comité Ejecutivo de Murias.
Cuestionada la Fundación por este periódico sobre la declaración de intenciones del que puede ser su socio a partir del año que viene, aseguran que están valorando la propuesta, aunque indican que aún no tienen ninguna postura oficial al respecto. Asimismo, las fuentes del Gobierno vasco consultadas aseguran que aguardan expectantes el devenir de los acontecimientos. Sostienen, tal y como han reiterado en más de una ocasión, que lo ideal sería que ambos proyectos se entendieran, como así hicieron saber a las dos partes en la reunión a tres bandas que mantuvieron el 6 de septiembre de 2017, a instancias del Ejecutivo vasco, en Lakua.
No hubo entendimiento entonces y cada equipo decidió hacer su camino en 2018: Murias dio el salto a la categoría Continental Profesional y la Fundación Euskadi regresó a las carreteras con una apuesta renovada desde el tercer peldaño del profesionalismo. A aquella primera toma de contacto en Gasteiz, tal y como ha podido saber este periódico, le han seguido recientemente dos largas reuniones entre representantes de ambas formaciones, sin que el Gobierno vasco estuviera presente en ellas. El objetivo de las mismas ha sido el de acercar posturas y dibujar un hipotético escenario de confraternización, en el que incluso se ha debatido la composición de los distintos cargos de la dirección del equipo que nacería de la fusión de ambos.
A PARTES IGUALES. El deseo del Euskadi-Murias, tal y como dejaron claro sus representantes durante el acto de ayer ante los medios, en el que la escuadra vasca aprovechó el escaparate que supone la celebración de la Itzulia, es “crecer y unir” para construir un proyecto en la élite que sea sostenible en el tiempo. En tono conciliador, Lasagabaster avanzó que la propuesta “formal” presentada al conjunto que preside Mikel Landa desde mediados de 2017 se trata de “una confluencia al 50% bajo la marca Fundación Euskadi”, ya que están “convencidos” de que ese es “el mejor camino”. “Queremos que el ciclismo vasco esté en lo más alto en los próximos cinco años y estamos en un momento clave y decisivo en nuestro plan estratégico. Pensamos que es un escenario más que plausible y que es muy posible llevarlo a la práctica”, agregan.
En este sentido, Javier Lasagabaster insistió en que la apuesta de Murias es “ser un equipo de cantera, ser el mejor equipo de cantera del mundo”, deseo que quieren alcanzar “con la Fundación Euskadi”, ya que consideran que así sería “posible” y que todo sería “más fácil para los dos”.
De producirse la fusión de ambos equipos, que es deseo mayoritario de la afición, que recibió la noticia de manera positiva, tendrían más fuerza para atraer a patrocinadores e incluso tocar la puerta de las instituciones, a quienes Lasagabaster hizo un llamamiento: “Las instituciones, las empresas, los medios de comunicación y la afición nos tienen que ayudar para que esa tarea de la confluencia sea posible y viable. La unión hace la fuerza y las dos partes nos enfrentaríamos a un escenario más amable. Necesitamos trabajar desde ya, aunque respetamos al máximo sus tiempos, con buena voluntad y cariño para construir un proyecto de futuro que tenga sentido y sea sostenible. Este es un barco en el que entra mucha gente”.
Por último, el miembro del Comité Ejecutivo del Euskadi-Murias recordó que son “el único equipo vasco deportivo de élite que no recibe una sola subvención de nadie. Somos de todas partes y aspiramos a representar a Euskadi en todo el mundo Solo pedimos con cariño, comprensión y respeto que reconsideren sus posiciones para llevar el nombre de Euskadi a lo más alto, tal y como hemos hecho hasta ahora”.