Vitoria - Jorge Garbajosa regresó el pasado martes a Vitoria, una ciudad con la que ha tenido un vínculo especial años atrás, por diferentes motivos. Le ilusiona especialmente que la capital alavesa y el Araski sean esta vez los anfitriones de la Copa de la Reina de baloncesto. Con el sorteo realizado en el Artium comienza la cuenta atrás para dicho evento y el mandatario madrileño se muestra expectante ante la cita.
¿Cómo van los preparativos?
-Van muy bien. Queda algo más de un mes y parece mucho tiempo y a la vez poco, según cómo lo mires. Uno de los puntos fuertes de esta candidatura era la unión de las tres instituciones y eso ayuda a que la organización sea muy fluida. Además, los tres clubes vascos van de la mano y los profesionales del baloncesto con esa idea que tenemos de potenciar el baloncesto femenino y aprovechar esos hitos de atención para hacerlo más grande, provoca que todo sea más fácil. Mendizorroza se está remodelando y va a ser un bien para la ciudad. Es una instalación en la que he pasado horas y horas y le tengo un aprecio especial.
¿Qué resta de esa reforma?
-Están con los vestuarios, los marcadores y la pista. Ahora mismo se encuentra patas arriba, pero no hay ningún agobio y estamos convencidos de que es un escenario perfecto para la Copa de la Reina.
¿Llegan los marcadores para el 25 de febrero?
-En pocos días estarán ya en Vitoria. Faltaría la instalación sólo.
Hablando del pabellón, ¿se barajó la opción del Iradier Arena?
-La candidatura viene con el nombre de Mendizorroza, con lo que desde Federación aprobamos si es la mejor candidata o no, con lo que no entramos a retocar nada. Esas fechas coincide con un partido de Euroliga del Baskonia y además queremos transmitir la imagen de un pabellón volcado. Este escenario con más de 3.000 espectadores, con mucho ambiente de baloncesto y en cierto modo vetusto le da otro aire. Es algo parecido a lo que hicimos en Magariños con el Open Day. Aquí pasa algo semejante.
Se va a llenar, ¿no?
-Estamos convencidos, porque además hemos vivido algo que no es habitual, pero nos hace sentir muy bien a la vez que nos indica que los pasos dados son los correctos. Y es que por primera vez ha habido cuatro ciudades candidatas a organizar este evento. El baloncesto femenino empieza a tener mucha repercusión y es un valor añadido. Es una posibilidad de ocio como otra más. Eso hace que no sólo se vuelquen los equipos participantes, sino la propia Vitoria.
¿Cuántas entradas tiene cada club?
-No me lo sé de memoria, pero hay un reparto equitativo para los ocho equipos y luego otra partida para instituciones y para poner a la venta para el público en general.
¿Se ha calculado el retorno que tendrá Vitoria?
-No nos gusta vender humo. Preferimos hablar de retornos a posteriori. Que va a ser algo positivo estoy convencido. Vitoria es sin duda baloncesto muy masculino hasta ahora, pero esta apuesta por lo femenino es un añadido para la imagen de la ciudad sin duda.
¿El canon siempre es el mismo?
-No hay una cifra como tal. Lo que queremos son organizaciones potentes. Una cosa que valoramos mucho es que las ayudas que pueda haber es que vayan destinadas a los clubes para pagar desplazamientos o alojamientos. Que sea una fiesta y no un problema para las arcas de cada participante.
¿La elección final fue sólo de Salamanca y Vitoria?
-Para nada. No hubo una primera criba. Nos gusta socializar las decisiones porque entendemos que son más justas. Se valoraron las cuatro candidaturas. Fue una reunión larga, de dos horas debatiendo, en la que por pequeños detalles ganó finalmente Vitoria.
¿Entiende que en Salamanca estén enfadados tras varios años pidiendo la Copa y no organizándola?
- Claro que lo entiendo. Agradezco esa ilusión que ponen y la inversión que hacen por tener un equipo en Euroliga. Pero hacer una buena temporada a nivel deportivo no quiere decir que se sea automáticamente un buen organizador. Ojalá vuelvan a intentarlo en años sucesivos.
¿Será Vitoria la mejor Copa de la Reina de la historia?
-Esa es la ilusión. Venimos de dos últimas ediciones muy grandes y queremos que está dé un paso más. Y en 2020 también lo querremos porque pretendemos que sea producto de una unidad.