barcelona - El Espanyol derrotó ayer al Villarreal en el RCDE Stadium (3-1) y se clasificó para los cuartos de final de la Copa del Rey, en un duelo que encarriló en la primera parte con dos goles de penalti en cinco minutos. Joan Francesc Ferrer, ‘Rubi’, técnico del Espanyol prometió que iría a por el partido desde el inicio, pese al 2-2 de la ida, y así fue.

La intensidad del anfitrión, así como su presencia en el área contraria, fue mucho mayor en los primeros compases que la del Villareal, con un once cargado de rotaciones y pensando en su pésima situación en LaLiga. A medida que avanzaba el reloj, el cuadro amarillo equilibró la balanza. Empezaron los avisos y Raba, aunque estaba en fuera de juego, examinó los reflejos de Roberto a los diez minutos.

El Espanyol jugaba como mejor sabe: al ataque. Los dos querían adelantarse en el marcador. Borja Iglesias, máximo realizador de los catalanes, insistía ante Andrés, aunque sin ocasiones claras. Los pericos buscaban adelantarse con tiros lejanos y centros desde las bandas, sin éxito. El Villarreal llegaba a los dominios de Roberto con más soltura, pero tambien sin acierto. El cuadro blanquiazul insistía más y se llevó el premio. En el minuto 32, Borja Iglesias cayó en el área tras ser derribado por Pepe Castaño y el árbitro señaló penalti. - Efe