No están siendo días sencillos para Asier Garitano, quien, pese a que la opción de su cese ya había sido plasmada en los medios de comunicación, no esperaba resultar destituido cuando le comunicaron la noticia en Zubieta, el pasado miércoles. Al final de su aventura en la Real se han unido, además, las declaraciones de Jokin Aperribay y Roberto Olabe durante la presentación de Imanol Alguacil, poco cariñosas con el técnico saliente. Sin embargo, Asier Garitano no tiene previsto replicar los argumentos expuestos por presidente y director de fútbol para justificar la rescisión de su contrato.

A lo largo de toda su trayectoria, el bergararra siempre se ha mostrado muy abierto a conceder entrevistas a los medios de comunicación. Lo ha hecho, en cualquier caso, estando a las órdenes de algún equipo, analizando la realidad y la trayectoria del mismo. Ahora, mientras, la situación ha cambiado. Garitano entiende que su etapa en la Real Sociedad ya ha concluido, y que no merece la pena emitir opiniones susceptibles de ser interpretadas de una u otra manera. El ya extécnico txuri-urdin acudió el viernes a Zubieta, se despidió de los jugadores y de los trabajadores del club, y emitió después a través de la propia entidad una carta de adiós. Ahí concluyeron seis meses de trabajo en blanquiazul, que no tiene intención de analizar públicamente para evitar remover el pasado.

De puertas para adentro, la cosa cambia. Lógicamente, Garitano sí va a repasar la evolución de su Real durante estos últimos meses. Y es que el gran objetivo que se plantea de cara al futuro, aún estando en paro, reside en mejorar como entrenador. Lo quiere lograr desde el estudio del juego, un camino que va a emprender a través de dos vías. La primera, muy recurrente en el mundillo de los técnicos, consiste en presenciar entrenamientos, con el permiso del colega de profesión de turno, para analizar y asimilar las distintas metodologías existentes. La segunda, mientras, implica simplemente ver partidos, una tarea a la que Garitano se va a dedicar por el momento desde el sofá de su casa. En su situación profesional, prefiere no acudir a estadios, con el fin de evitar que su presencia allí implique malentendidos.

El hijo de Asier, Lander está matriculado en un colegio de Donostia, por lo que, en un principio, Garitano permanecerá en la capital guipuzcoana al menos durante los próximos meses. Sin mirar atrás. Y con la firme idea de iniciar mejor preparado aún su próxima aventura en los banquillos. - Marco Rodrigo