madrid - El Movistar, que asiste en 2019 a su 40 aniversario, se ciñó ayer el maillot para descubrir el plan de la próxima temporada, en la que el “gran objetivo es el Tour”. En la ronda gala, el equipo trabajará para la consumación del triunfo de Nairo Quintana, “nuestro líder” para la Grande Boucle, según señaló el director del equipo, Eusebio Unzue. “Confío plenamente en él”. Tal y como indica el máximo responsable deportivo, las aspiraciones depositadas en Quintana son el sol del Movistar.
La fe en el colombiano, de 28 años, es el eje sobre el que rota la planificación de la temporada y, por extensión, de cada uno de los integrantes del plantel. “Vamos a programar la temporada para que Nairo acuda al Tour en las mejores condiciones”, confirmó Unzue. En consecuencia, a Mikel Landa, que estará en Francia, parte en la línea de salida del Tour con el papel de colaborador del colombiano para el reto de la conquista en París. Una vez desenfundada la carrera, los kilómetros serán los que confirmen el liderazgo de Quintana o los que deleguen el rol en la persona de Landa. Por de pronto, Unzue atribuye la jerarquía al cafetero: “Será nuestro líder en el Tour”.
El principal objetivo para Landa, apunta Unzue, será la conquista del Giro, “su carrera”. En tierras italianas, el alavés, que afrontará su segunda campaña en las filas del Movistar, ejercerá de jefe de filas y contará con la ayuda de Alejandro Valverde. “Landa es un corredor que lleva tiempo demostrando un gran nivel, pero en momentos claves no ha tenido suerte, ha sufrido contratiempos, caídas que le han impedido recuperarse y demostrar lo que lleva dentro. El Giro es su carrera, allí es donde ha demostrado lo mejor de unas condiciones indudables”, argumentó Unzue para explicar sus apuestas a la hora de organizar la temporada.
El corredor de Murgia, de 29 años, no tomó parte en la pasada edición del Giro. Entonces, su calendario le conducía al Tour y la Vuelta. No obstante, la dura caída sufrida en la Clásica San Sebastián le impidió estar en la salida de esta última prueba muy a pesar de un trabajo de recuperación llevado con esmero y a contrarreloj. Sufrió una fractura costal el 4 de agosto, regresó a la competición el 6 de octubre, en el Giro Dell’Emilia, donde abandonó, y el 7 de octubre, en el GP Beghelli, vivió una nueva caída. Finalmente, se vio obligado a renunciar a la Vuelta.
Además, en el Tour también corrió mermado por los daños de un percance en la novena etapa, con final en Roubaix. En París puso fin a la única grande que disputó en 2018 con la séptima posición, a 7:37 del campeón, Geraint Thomas. Fue un año condicionado por los incidentes; Landa no pudo desarrollar su potencial en su estreno con el Movistar.
Ahora regresa al Giro -del 11 de mayo al 2 de junio-, escenario de su único podio en carreras de tres semanas, y donde más triunfos de etapa ha amasado: tres. Subió al cajón en 2015, fue tercero, cuando consagró su nombre como referente de la escalada en el pelotón. “Es una carrera que me dio todo y volver con la máxima aspiración me hace ilusión”, expresó el murgiarra, quien ya al anunciarse el recorrido de la prueba transalpina mostró su aprobación: “Es muy atractivo”. Es un trazado que se adapta a su especialidad: presenta cinco jornadas de alta montaña y siete finales en alto, además de tres cronos individuales que suman un total de 58,5 kilómetros distribuidos en tres etapas; la más larga de ellas será en la novena jornada, entre Riccione y San Marino, con 34,7 kilómetros. En definitiva, un capricho para escaladores.
“el doblete es posible” A pesar de que Unzue fijó el Giro como coto de caza de Landa, el alavés es ambicioso con su otro gran escenario para 2019, el Tour: “Es posible el doblete. ¿Por qué no?”. Desde luego, su anhelo es enterrar las dolorosas sensaciones de 2018 con resultados acordes a las expectativas que atesora. “El año pasado no pudimos sacar partido del trío -Landa, Valverde y Quintana- y en 2019 en el Tour nos encontraremos Nairo y yo. Ojalá podamos sacarle partido a dos corredores de perfil escalador, y que la suerte nos acompañe”. “Salud”, fue su deseo para el 2019.
Respecto a la novedad de acudir al Tour con dos en lugar de los tres pesos pesados del equipo, Quintana lo tildó de “positivo, porque es bueno repartir las funciones y que cada uno tenga claros los objetivos”.
Por otro lado, Valverde, escudero de Landa en el Giro, no disputará el Tour y sí la Vuelta, donde estará arropado por Quintana. “Será un candidato al triunfo allá donde compita. En primavera estará en las clásicas habituales, Flecha Valona y Lieja y hará el Tour de Flandes”, descifró Unzue.
Las grandes esperanzas del Movistar se depositan en Landa, Quintana y Valverde; Marc Soler, ganador de la París-Niza, o Richard Carapaz, cuarto en el pasado Giro y máximo exponente del Movistar en la cita italiana, son la cobertura para el futuro, confirmaciones de 2018, sus principales deberes serán “trabajar para el equipo”. Se suman al elenco del Movistar Lluís Mas (Caja Rural), Carlos Verona (Mitchelton Scott), Eduard Prades (Euskadi-Murias) y Jürgen Roelandts (BMC).
lourdes oyarbide y merino Ayer también se presentó la que será la segunda temporada del Movistar femenino en el pelotón profesional. Un conjunto que cuenta con dos corredoras vascas, la alavesa Lourdes Oyarbide y la vizcaína Eider Merino. El equipo apunta a Sheyla Gutiérrez como referente de un grupo que aspira a “dar un paso más” para superar las quince victorias obtenidas en 2018.