Bottas y Vettel se nutren del pasado

El finlandés Valtteri Bottas celebra la pole. Foto: Afp

San Petersburgo - Sebastian Vettel vive en apuros. Más bien sobrevive, a 40 puntos del liderato del Mundial como está y con seis carreras por celebrarse. Se aferra al clavo ardiendo. Porque pintan oscuras sus pretensiones de pentacampeón. “El objetivo es situar a los dos coches en primera fila”, soñaba el viernes; ayer sus ilusiones se desvanecieron: saldrá tercero y su compañero en Ferrari, Kimi Raikkonen, cuarto. Y ni tan mal, se puede pensar, puesto que los Red Bull saldrán rezagados (11º Verstappen y 12º Ricciardo) tras ser penalizados por sustitución de unidades de potencia y cajas de cambios, después de ser más rápidos que los Ferrari el mismo viernes. Vettel, vencida ya la tanda de calificación del Gran Premio de Rusia, se abrazó ayer al fragmento de la historia que le sonríe. Al fin y al cabo, el optimismo es gratuito y nunca se agota en las tiendas. Porque las sensaciones son negativas.

“Le he recordado a Bottas lo que pasó aquí el año pasado”, manifestó el alemán. En 2017, Bottas ganó saliendo desde la tercera posición para sellar su primera victoria en la F-1. Curioso, porque el mismo estímulo alberga Bottas. Es de suponer que el finlandés también se nutre de su pasado, que desea repetir triunfo, secó como este año en cuanto a victorias.

Aunque puestos a elucubrar, si Bottas ganó el año pasado desde la tercera posición, ¿de qué será capaz esta vez si parte desde de la pole? Y para más inri: ¿recuerda Vettel que Mercedes ha ganado en Rusia de manera consecutiva desde 2014? El alemán prefiere omitir todo esto, opta por poner su memoria a dieta. “Si hay un hueco, iré a por él”, sentenció. Más que una actitud, debe ser una obligación. El clavo ardiendo. El reducto de la esperanza.

Bottas, y por segunda vez este curso, batió contra todo pronóstico a su compañero de filas, un Lewis Hamilton que cometió un error en la tercera ronda de la qualifying y se quedó con la segunda plaza de la parrilla de salida. “No siempre lo puedes hacer lo mejor posible”, lamentaba, pero escondiendo satisfacción, porque, prosiguió, “estaremos en la pelea por la victoria”. Y en ese debate su principal opositor será su socio de garaje, por lo que no se antoja un duelo de riesgo. De ahí la relativa tranquilidad del inglés. El peligro lo tendrá en su retrovisor, con un Vettel que posee la imperiosa necesidad de rebajar la ventaja de Hamilton.

Y es que, en caso de que el inglés gane en Sochi, se vería por primera vez esta temporada con la posibilidad de conquistar el campeonato conformándose con segundas posiciones; a Vettel no le bastaría con ganar las cinco pruebas restantes. De ahí los aprietos del alemán por mantener con vida al hecho de depender de sí mismo. Lo suyo debe ser iniciativa en pista.

Esos sueños de conquista se mecen sobre la misma recta de meta. “La recta hasta la Curva 2 es tan larga que es fácil adelantar si los que vienen desde atrás tienen una mejor salida”, describió Bottas, presto a defender su condición de poleman. “Haré todo lo posible para mantener el liderato”, añadió. ¿También cerrará la puerta a su compañero? Está por descubrirse. El retraso de los Red Bull abre el camino hacia los puntos a la clase media, a los Haas, Force India, Sauber, que colman el Top 10, y Renault. La situación de los monoplazas de la marca austríaca modificó los planes de cinco coches, que decidieron no concursar en la Q2, entre ellos los Renault.

Parrilla de salida

1. Valtteri Bottas (Mercedes) 1:31,387

2. Lewis Hamilton (Mercedes) 1:31,532

3. Sebastian Vettel (Ferrari) 1:31,943

4. Kimi Raikkonen (Ferrari) 1:32,237

5. Kevin Magnussen (Haas) 1:33,181

6. Esteban Ocon (Force India) 1:33,413

7. Charles Leclerc (Sauber) 1:33,419

8. Sergio Pérez (Force India) 1:33,563

9. Romain Grosjean (Haas) 1:33,704

10. Marcus Ericsson (Sauber) 1:35,196

11. Carlos Sainz (Renault) Sin tiempo