málaga - Bajo el sol asfixiante de Málaga, que invitaba a darse un chapuzón, arrancó ayer una nueva etapa del ciclismo vasco, que regresó de la mano del Euskadi-Murias a una gran vuelta por etapas. Cinco años después, el conjunto capitaneado por Jon Odriozola ocupó el vacío dejado por Euskaltel-Euskadi y su alargada sombra. Nostalgia. La incertidumbre de años atrás es ya una certeza. Verde esperanza. Un equipo que recibió el cariño del mundo ciclista, incluida su agradecida afición, y que contó ayer en la figura de Jon Redondo, director de Deportes del Gobierno vasco, con un invitado de excepción en una jornada excepcional.

Pocas horas después de aterrizar en Málaga, mientras seguía con mucha atención los pormenores de la contrarreloj junto al autobús del conjunto vasco, Redondo, en declaraciones a este periódico, aseguró que se trataba de “un día especial”. “Después de cinco años, el nombre de Euskadi vuelve a las carreteras en una vuelta grande. Eso es para estar orgullosos y genera ilusión entre la afición. Es un día especial y para estar orgullosos”.

Un hito que supone, a su vez, la consolidación de un proyecto que arrancó desde el escalón más bajo del ciclismo en el año 2015. “Sí, este paso supone su consolidación en el pelotón. Las ocho victorias que han conseguido este año son el aval perfecto de que las cosas se están haciendo bien. Un pueblo pequeño, con una estructura humilde y una filosofía diferenciada del resto, tiene complicado estar a estos niveles. Llegar el primer año y llegar como se ha llegado, ahí está el resultado”, añadió.

Visiblemente contento, el director de Deportes del Gobierno vasco puso también en valor a “los 17 corredores vascos” que ayer tomaron la salida. “Si lo comparamos con el año pasado, que solo había seis, podemos decir que volvemos a las cifras del último año del Euskaltel-Euskadi. Por tanto, después travesía por el desierto que hemos tenido en el punto de vista deportivo en el ciclismo vasco, parece que sacamos la cabeza”.

Jon Redondo puso en valor también a la afición vasca y avanzó que “el Tour está muy agradecido por lo que se vivió con la hinchada el día de la crono de Senpere y Ezpeleta. Sobre todo, por el respeto que tienen por los corredores en comparación con lo que se vivió en los Alpes. Eso, el Tour lo agradece y ahora, en la Vuelta, podrán disfrutar también de una etapa, la que acabará en el monte Oiz, en la que tendrán un equipo al que volver a animar”. Por último, se refirió también a la posibilidad de que el Tour regrese a Euskal Herria, una opción que dice “está abierta”. “Es verdad que no es fácil porque tienes que pactarlo con el Tour, pero también es cierto que en 2022 se cumple el trigésimo aniversario de la salida del Tour desde Donostia. Si hay posibilidad, el Tour es uno de los primeros interesados junto a nosotros en que eso sea así, ya se verá si es posible”, concluyó Redondo. - Aitor Martínez