ZARAUTZ - Las localidades guipuzcoanas de Azkoitia y Zarautz volverán a compartir los tres días de competición del Torneo Villa de Zarautz, con un cuadro que componen las parejas de Asegarce Olaizola II-Imaz y Artola-Albisu y las de Aspe Irribarria-Rezusta y Altuna III-Zabaleta.

Estaba prevista la incorporación de Mikel Urrutikoetxea, baja por una mononucleosis desde hace casi un mes, pero los médicos han preferido prolongar su baja unos días más y la empresa ha decidido poner a Artola como sustitución de última hora.

La feria, de categoría 200 puntuable para el Masters Codere y que cuenta con seis de ocho pelotaris guipuzcoanos -todos menos los navarros Aimar Olaizola y José Javier Zabaleta- comenzará el miércoles 15 de agosto -festivo- en Azkoitia con la semifinal entre Olaizola II-Imaz contra Irribarria-Rezusta.

Tras esta jornada el campeonato llegará a la villa costera que le da nombre. Ya en el frontón Aritzbatalde, el viernes día 17 se jugará el otro puesto en la final entre Altuna III-Zabaleta y Artola-Albisu.

La final del campeonato se jugará en el mismo frontón el domingo 19, en una jornada en la que el festival se completará con otros dos partidos de parejas. En el primero jugarán Retegi Bi-Erostarbe contra Arteaga II-Eskiroz. En el partido que cierra la jornada se enfrentarán Gorka-Ladis Galarza contra Elordi-Irusta.

Todas las jornadas de este campeonato serán vespertinas, comenzando los festivales a las 17.00 horas. Los precios rondan entre 15 y 30 euros para la semifinal de Azkoitia, y entre 20 y 35 -40 en la final- para las dos jornadas que se disputarán en Zarautz.

URRUTI, UN MES MÁS La recuperación de Mikel Urrutikoetxea va más lento de lo esperado y todavía no está en condiciones para vestirse de blanco. El delantero de Zaratamo, aquejado por un proceso vírico, se realizará unas pruebas a mediados de mes para ver la evolución de su enfermedad y si todo va bien retornará a las canchas a finales de agosto. Lo que es seguro es que el vizcaino no estará en Labastida, su lugar lo ocupará Víctor, ni en la feria de Aste Nagusia de Bilbao, donde era uno de los principales reclamos