Donostia - Mikel Merino se convertirá en los próximos días en el primer fichaje de la Real para la temporada 2018-19. El navarro, que se había erigido en el objetivo txuri-urdin de cara a reforzar la plantilla, regresó ayer de sus vacaciones y comunicó a sus agentes que había decidido aceptar la propuesta procedente de Anoeta. La entidad donostiarra, sintiéndose ganadora de la carrera por hacerse con su contratación, ya había establecido las primeras bases de una operación que ha ido puliendo este fin de semana con el Newcastle. La cifra que abonará por la adquisición de su nuevo centrocampista rondará los 12 millones de euros, aunque no se descarta que la operación incluya algunas cláusulas por objetivos.

La Real seguía otra vez muy de cerca la pista del navarro después de que la campaña pasada tanteará la posibilidad de contratarle antes de que anunciara por sorpresa su marcha del Borussia Dortmund al Newcastle, cuando el Athletic se sentía favorito para llevarse el gato al agua.

fichaje en la medular En su primer análisis de la plantilla de Roberto Olabe, con las numerosas bajas que se han producido, llegó a la conclusión de que, este año sí, había que reforzar el centro del campo y que el objetivo ideal era un Merino que, además, no iba a tener ningún problema para adaptarse a la vida en Donostia y, dadas sus condiciones, al juego y a los futbolistas de la Real. Cabe reseñar, eso sí, que el Sevilla también está pujando por el jugador.

Desde el momento que conocieron que el navarro no tenía ninguna intención de continuar en el Newcastle, en parte molesto porque lo tenía hecho con el Athletic en el mercado de invierno (al echarse Benítez atrás en el último momento con el argumento de que iba a tener más minutos), la Real se lanzó a por su fichaje. Esa misma semana le alineó de inicio ante el Burnley y ya no volvió a hacerlo más, por lo que, sumado al curso anterior casi en blanco en el Borussia Dortmund, la necesidad que siente el futbolista es que se juega mucho la temporada que viene, en la que está obligado a encontrar una continuidad.

Y, por este motivo, siempre vio con muy buenos ojos el planteamiento que le hizo la Real. El Athletic y el Betis han supuesto una competencia muy competitiva y peligrosa, porque ambos clubes históricos contaban con bazas importantes que podían declinar la balanza a su favor, pero finalmente Merino ha apostado por la Real. A sus solo 22 años, firmará un contrato largo de cuatro o cinco campañas en cuanto se arreglen los clubes.

Merino es un mediocentro. Él mismo se considera así, aunque su envergadura (tiene muy buena planta, mide 188 centímetros), le permite ser un buen volante con llegada o hasta un correcto central, posición en la que le situaba Tuchel en Dortmund. Como decía hace unas pocas semanas Martín Monreal, íntimo amigo de su padre y el técnico con el que logró un milagroso e inesperado ascenso hace dos veranos, “puede sacar córners y cabecearlos. Lo hace todo bien”.

En principio, y aunque no es de los que siempre repite esquemas, a Asier Garitano, que por supuesto ha dado el visto bueno a su contratación, en su habitual 4-2-3-1, Merino formaría en el doble pivote junto a Illarramendi. Tampoco se puede descartar que si opta por alinear un 4-3-3 su ubicación fuera por delante de un pivote puro, como Illarra, formando en línea, por ejemplo, con David Zurutuza.

En las últimas semanas muchos recelaban de que se cerrara la incorporación de Merino, sobre todo al estar el Athletic de por medio. Pues bien, el pamplonés apuesta fuerte por el nuevo proyecto realista.