Madrid - No le gusta la palabra “meritorios” para referirse a los tres jugadores del Athletic que ha tenido a sus órdenes durante la primera semana de concentración de la selección española en Las Rozas. Allí ha consumido las horas estrujándose la cabeza para tratar de dar con la clave que le permita alargar su estancia en Rusia, a donde España llegó ayer con el papel de favorita bajo el brazo. Por cierto, otra palabra que no gusta a Lopetegui, un hombre serio que apenas deja titulares, pero cercano en el trato.
¿Cómo está yendo la preparación del Mundial?
-Bien, dentro de lo esperado. Estamos quemando etapas con normalidad y de momento sin ningún gran contratiempo. Esperemos que siga así.
El único pero ha sido la lesión de Dani Carvajal, aunque podría estar disponible incluso en el primer partido ante Portugal.
-Ese fue el contratiempo que tuvimos en la final de la Champions, pero dentro de la, entre comillas, desgracia, parece que fue menos de lo que esperábamos y afortunadamente creo que va a estar peleando para disputar el primer partido. Todo dependerá de cómo evolucione.
En un caso así, qué pueden más ¿las ganas del jugador o la necesidad del entrenador?
-Trataremos de tomar la decisión correcta en base a las sensaciones del jugador y a la opinión médica. En función de ello tomaremos una decisión.
La de Rusia no será su primera fase final de un campeonato de selecciones, pues ya tiene experiencia al haber dirigido algunos torneos en categorías inferiores. ¿Nota más presión en esta ocasión?
-Evidentemente, la expectación siempre es diferente y la repercusión también. Es lógico que así sea. Es lo normal.
Ahí están sus logros en las categorías inferiores de la selección española, donde ganó los europeos sub’19 y sub’21 en 2012 y 2013, respectivamente. ¿En la absoluta también se le exige ganar?
-Los entrenadores lo enfocamos todo en base a que sean conquistas de cada partido y así lo trasladamos al equipo. En el Mundial trataremos de ser protagonistas. Iremos con toda la ambición y la humildad del mundo. Ahora, a intentar prepararnos bien, entrenar, descansar bien, resetear bien todo para llegar muy equilibrados al Mundial, al que vamos con ganas e ilusión por intentar ser protagonistas.
En un torneo tan corto, fallar podría valer en alguno de los tres primeros partidos, pero lo mismo tampoco...
-No pensamos en los tres como un todo. Tenemos que afrontar cada uno de manera individual. Insisto, cada partido será una conquista y tendremos que ir a por él y prepararnos bien para cada uno de ellos.
Iniesta, que algo de experiencia tiene, reconoció hace algunos días que ganar un Mundial es casi imposible. ¿Lo comparte?
-Evidentemente es algo complejo. Se ha ganado solo una vez. Es complejo porque tienen que darse muchas circunstancias. Muchas, muchas... El primero, lógicamente, que hagas muy bien las cosas y luego que tengas esos momentos que en una competición así tienes que tener. Trataremos de poner todo de nuestra parte y hacer lo que tengamos que hacer y ya veremos luego de lo que somos capaces.
¿Es necesario jugar bien para ganar un torneo de estas características?
-El juego sí es importante en sí. Otra cosa es que hay muchas maneras de enfocar cada partido. Cada equipo tiene sus ventajas y su forma de ganar. Nosotros trataremos de jugar bien, que es lo que intentamos hacer siempre porque eso nos ayuda a competir mejor. Pero siempre con el objetivo de ganar cada partido.
Han pasado ya cuatro años desde el Mundial de Brasil, donde España cayó a las primeras de cambio tras un pésimo torneo. ¿Ha analizado lo que sucedió allí? Y en tal caso, ¿le sirve de ayuda para preparar esta nueva cita mundialista?
-Yo creo que lo que ha sucedido anteriormente, sea más positivo o menos positivo, no nos va a ayudar en nada de lo que suceda en Rusia. Tenemos que centrarnos exclusivamente en lo que tenemos que hacer en Rusia. Ese es el objetivo, centrarnos en ello y así nos ganaremos lo que nos tengamos que ganar. Iremos con un billete de tres partidos y el pasado no nos va a dar ni nos va a quitar nada, seguro.
Renovó hace pocos días. ¿Eso le da más tranquilidad o en un cargo así no hay tranquilidad que valga?
-La renovación ha llegado cuando tenía que llegar. No era algo que nos preocupara ni nos quitara el sueño porque estábamos pendientes de preparar el Mundial. A partir de ahí, los plazos son los que había marcado la negociación. Evidentemente, estamos satisfechos porque es una manera de alargar la confianza en nuestro equipo técnico y en mi persona y eso pues lógicamente nos hace estar contentos.
¿Qué le parece que les otorguen el papel de favoritos?
-No estoy muy pendiente de lo que nos otorgan. Lo único que nos van a otorgar es lo que nos ganemos allí. Eso sí que nos va a preocupar mucho. Lo demás es un ejercicio más periodístico, seguramente. Pero nada más. Todo eso no está bajo nuestro control.
¿Se incluiría entre los cinco o seis favoritos?
-Acabo de decir que no es algo que me preocupe, como comprenderás no voy a hacer ese ejercicio. Trataremos de prepararnos bien para el Mundial e intentaremos llegar equilibrados, que es una palabra importante de cara a la cita de Rusia.
Dirige a un grupo que está acostumbrado a ganar. Hasta la fecha, en los 19 partidos que ha dirigido a la selección española no conoce la derrota. ¿Le hubiese gustado perder alguno para trabajar aún más si cabe en los aspectos a corregir?
-A los entrenadores no nos gusta perder nunca. Otra cosa es que en caso de haber perdido habríamos tratado de sacar la parte positiva. Entiendo la pregunta y además creo que es muy buena. Habríamos intentado sacar la parte positiva que seguramente tiene una situación de esas, por supuesto que sí, pero queremos enfocarlo ganando. Siempre sacas conclusiones en una derrota para crecer desde ahí.
De todo se aprende...
-Sin duda. Cuando ganas no todo está bien y cuando pierdes no todo está mal. Esa es un poco la lectura. Cuando ganas tienes que analizar y mejorar cosas y cuando pierdes, también.
Su equipo tiene una estatura baja. ¿Le preocupa lo que ello conlleva en las jugadas a balón parado?
-Les pondremos tacones entonces (bromea). Nosotros tenemos que intentar potenciar nuestras virtudes, generar el contexto adecuado para que los chicos puedan explotar las virtudes que tenemos y luego intentar esconder los acciones que sean un pelín más complejas para nosotros gracias al trabajo colectivo. Eso es lo que trataremos de hacer.
¿Usted apuesta por amoldarse a los rivales o por que estos se adapten al juego que propone?
-Nosotros no tratamos de adaptarnos a ningún rival, tratamos de intentar optimizar nuestras respuestas e intentar competir de la mejor manera. A veces eso supone que tienes que tener en cuenta algunos matices para cambiar algunas cosas. Pero nunca cambiamos nuestro estilo futbolístico aunque juguemos con un sistema de cinco, de tres, de cuatro... Por encima del sistema está el estilo de los propios jugadores e intentamos crear el contexto para que los chicos desarrollen el talento que tienen. Eso sin ninguna duda.
¿Tiene pensado ya cuál será su primer once?
-No, todavía no lo tenemos claro. Aún falta bastante. Iremos viendo cómo van evolucionando todos. A ver cómo afrontamos el partido que queda, frente a Túnez, que es importante para la puesta a punto. Y luego ya veremos.
A tenor de lo visto, De Gea será el portero titular en el Mundial. ¿En qué lugar deja eso a Kepa?
-Están los tres porteros y ninguno tiene un título de primero, segundo o tercer portero. Luego iremos viendo en cada partido.
Usted le conoce bien, pues le ha dirigido en las categorías inferiores de la selección española. ¿Qué supone Kepa para el Athletic?
-Es un chico con un grandísimo presente y un brillantísimo futuro sobre todo porque tiene una cabeza privilegiada que ha sido además puesta a prueba en todo lo que le ha pasado y ha salido reforzado y maduro. Eso habla muy bien del carácter que tiene. Unido a sus condiciones futbolísticas, no tengo ninguna duda de que Kepa, que ya es un portero grande, va a ser un portero extraordinario.
¿Asume con naturalidad que cada persona lleve dentro un entrenador y le sugieran un sinfín de onces iniciales?
-Es normal. Hay que aceptarlo con naturalidad. Es lógico que todo el mundo hable, diga y piense. Pero a partir de ahí tampoco lo miramos demasiado. Todo lo que no está bajo nuestro radio de acción, bajo nuestro control, tampoco nos ocupa mucho. Es normal que suceda y tienes que aceptarlo con naturalidad.
El día que dio la lista de 23 jugadores se le preguntó mucho por Morata. ¿Considera injusto que solo se le cuestione por él y no por otros que tampoco están como Illarramendi, Vitolo, Bartra, Sergio Roberto...?
-Todos, incluido Álvaro, son chicos que perfectamente podían haber venido a la selección y al Mundial. No están aquí a pesar de que algunos de ellos han contribuido directamente a la clasificación. No nos cabían todos desgraciadamente y al final tuvimos que cerrar la lista donde la cerramos. Poco más puedo decir. Tenemos que centrarnos en los que están.
¿Es esa la parte más desagradable de su función?
-Sí. Es un momento desagradable sobre todo porque hay chicos que nos han ayudado a conseguir el objetivo que vamos a disfrutar y afrontar ahora y ellos no van a poder estar. Y eso, evidentemente, no es algo agradable. Pero es un trago que teníamos que pasar y ya está.
Ha habido reacciones de todo tipo. ¿Entiende que los futbolistas se enfaden?
-Las reacciones futbolísticas en base a las ganas de jugar etcétera hay que entenderlas todas dentro de un contexto y una línea roja. Siempre se analiza cada mínimo gesto y creo que no hay que estar pendiente de esos momentos. Lo más importante es el comportamiento posterior una vez que alguien está con su grupo. Sobre todo la respuesta que da en los entrenamientos. Eso sí es importante. Y luego a veces es mejor no estar muy pendiente de si ha mirado o no, si le ha dado o no le ha dado la mano... Hay unas líneas rojas que evidentemente el jugador no debe sobrepasar. Pero a partir de ahí no hay que darle demasiada importancia.
La de Rusia será su segunda experiencia mundialista tras la de USA’94. Esperará regresar con un mejor sabor de boca, ¿no?
-Bueno... pero aquel fue buen Mundial del equipo...
Pero quedó muy marcado por el desenlace...
-Éramos un equipo muy competitivo y creo que Clemente hizo un grupo tremendamente equilibrado. Teníamos la sensación de que éramos finalistas. Al final nos eliminó Italia por pequeños detalles. Tuvimos la opción de marcar el 2-1 y en la jugada siguiente ellos no fallaron. Son detalles que marcan la diferencia en torneos así.
No disputó ni un solo minuto de aquel torneo y en el Mundial de Rusia habrá varios jugadores que se encontrarán en una situación idéntica a la suya. ¿Es un trago difícil de asimilar?
-Déjame decirte una cosa. Es imprescindible que los futbolistas que no jueguen ni un minuto den lo mejor porque van a ser absolutamente fundamentales en el devenir del grupo. Es muy importante que los jugadores que tengan menos protagonismo mediático y que jueguen menos, porque todos no van a poder jugar, nos ayuden muchísimo. Porque van a ser partícipes, sin ninguna duda, del éxito del grupo. Esa es para mí una de las cosas más importantes que tenemos que cuidar.