Bilbao - La falta de motivación ha podido con Kike Sola (Cascante, 1986). A los 32 años, después de acabar su contrato de cinco temporadas con el Athletic, el delantero navarro, una de las peores operaciones que han acometido desde los despachos de Ibaigane si se cuantifica su rendimiento sobre el terreno de juego con lo que costó -4,3 millones de euros-, anunció ayer por sorpresa su retirada. Cuelga las botas. “Después de 15 años como profesional y 20 años fuera de casa, digo adiós al fútbol. Han sido muchos años llenos de momentos buenos y menos buenos, pero siempre me quedaré con lo mejor”, destaca Sola en una carta de despedida que publicó en su cuenta personal de Twitter, donde aclara que todo se debe a una cuestión mental: “Físicamente estoy muy bien, pero es un tema de motivación la que me hace tomar esta dura decisión”.
Su falta de protagonismo desde que en el verano de 2013 fichó por el Athletic puede que haya tenido algo que ver en la decisión final de Sola. Como dato apuntar que esta temporada, en la de su último contrato como león, solo ha jugado una hora, la que completó en el encuentro de ida de la eliminatoria de Copa ante el Formentera. El resto del curso, el de Cascante fue un habitual en el palco de San Mamés. Ni José Ángel Ziganda, que le hizo debutar en Primera División hace once años con Osasuna, logró reactivarle después de que Ernesto Valverde le invitara a salir. “He podido sentir desde dentro todas las sensaciones que el fútbol me ha brindado y eso me ha hecho ser la persona que soy ahora. El fútbol me ha regalado a muchos de los que son ahora mis amigos, que han reído y llorado conmigo, y siempre estaré agradecido por ello”, señala el ya exjugador, que tiene buenas palabras para sus seres más cercanos: “A mi familia, a mi mujer, la que siempre ha estado conmigo y jamás me ha soltado la mano, quiero decirles que es imposible devolverles todo lo que me han dado en esta etapa profesional y sobre todo personal”.
27 partidos oficiales con el Athletic, once de ellos como titular, lo que suman 1.039 minutos, con un saldo de cinco goles, es el bagaje de Sola como rojiblanco. El navarro, fichado en su momento para sustituir a Fernando Llorente, nunca cumplió las expectativas. Tampoco tuvo la continuidad necesaria y la confianza de los entrenadores. En el verano de 2014 empezó el carrusel de cesiones en busca de una versión que no ha vuelto a demostrar. Middlesbrough en la Championship (Segunda División inglesa), Getafe y Numancia, en la Liga 1/2/3, fueron los destinos en los que tampoco brilló Sola, antes de regresar a Bilbao el pasado verano. “Agradecer a Osasuna, el que me dio la oportunidad y el que confió en mí, así como el Levadiakos, Numancia, Athletic Club, Middlesbrough, Getafe y, por supuesto, el equipo de mi pueblo, el Aluvión. Gracias a todos. La vida continúa, así que voy a intentar disfrutarla de otra manera”, concluye Kike Sola.
“Siempre te apoyaré” Tras conocer la noticia, muchos excompañeros opinaron en las redes sociales. “Eres enorme Kike. Un abrazo muy fuerte y que seas todo lo feliz que quieras en tu vida”, aseguró Iker Muniain. Igual de contundente se mostró Iago Herrerín: “Me da mucha pena esta noticia, pero como ya sabes, hagas lo que hagas siempre te apoyaré. Lo dije y lo seguiré diciendo, eres lo más profesional que ví y un tío enorme”.