montecarlo - Rafa Nadal no está dispuesto a ceder su trono en la tierra batida y ayer en los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo se le dejó claro a Dominic Thiem, al que derrotó por 6-0 y 6-2 en poco más de una hora de juego, de monólogo del balear ante un rival sin argumentos. Era una batalla entre los dos mejores sobre arcilla la pasada temporada, se consideraba una final anticipada del torneo monegasco, pero el número 1 del mundo salió como un cohete y el austriaco no sumó su primer juego hasta que iba perdiendo por 6-0 y 3-0.

El triunfo de Nadal no corrió peligro después de lo que consideró “un partido casi perfecto para mí, con una velocidad de bola que me venía bien. Me he sentido muy cómodo y será difícil jugar mejor”. El balear, que avanza como un tornado en Montecarlo con la única idea de “jugar hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy y sin esperar cosas positivas o negativas”, se medirá en las semifinales de hoy a Grigor Dimitrov, que eliminó por 6-4 y 7-6 a David Goffin, su compañero en el torneo de dobles. Nadal también tiene tomada la medida en la tierra al búlgaro, aunque sabe que tendrá que dar un buen nivel para volver a la final. En la otra semifinal, Kei Nishikori eliminó a Marin Cilic (6-4, 6-7 y 6-3) y jugará ante Richard Gasquet, que superó a Alexander Zverev (6-4 y x-x). - R. Calvo