“La exigencia en el entrenamiento es clave para la mejora de un jugador joven”
¿Cómo vamos de jóvenes promesas alavesas?
-Además de Martín Santano, que está entre las promesas de la Federación Española y es un fijo con Euskadi, hay jugadores alaveses que están acudiendo a las convocatorias de la selección de Euskadi, tanto de Corazonistas como del Egibide-Gure Auzune. Son chavales que tienen un buen perfil si se trabaja con ellos, yo creo que tienen recorrido para seguir mejorando. La clave está en realizar entrenamientos cada vez más exigentes.
¿Y cómo se aumenta la exigencia?
-Una forma es aumentar las horas de entrenamiento. Hace dos semanas visite las instalaciones del Barça. Estuve con mi amigo Toni García, que es segundo entrenador de la selección española y coordinador de la cantera del Barça, visitando la ciudad deportiva y en una tarde pude ver los entrenos desde los infantiles de primer año al equipo de División de Honor B. La comparación con el equipo infantil de primer año la aguantamos y podríamos competir con ellos. Sin embargo, el nivel del infantil de segundo año es ya muy superior. Sin ir más lejos, el otro día les estaban midiendo la potencia de lanzamiento a todos los chavales de la cantera y un jugador infantil de segundo año, hijo de Óscar Grau, exjugador del Barça, lanzaba a 96 km/h, más rápido que algunos jugadores de Asobal. Eso es fruto de la genética pero también del entrenamiento.
¿Es cuestión de echarle horas?
-La principal diferencia son las horas de entrenamiento pero no sólo es eso. El tiempo dedicado al balonmano cada semana, multiplicado por todas las semanas del año termina mostrando un volumen de entrenamiento mucho mayor al final de cada temporada. Además hay que tener en cuenta las instalaciones y todas las facilidades para la mejor preparación de los deportistas. Por eso le damos tanta importancia al acuerdo con Egibide y a disfrutar de sus instalaciones.
Parece básico el compromiso de los chavales.
-Muchas veces lo he comentado con Martín Santano y otros jugadores. Es fundamental para un jugador que quiera mantener el nivel competitivo, aprovechar al máximo las horas de entrenamiento, ver mucho balonmano, en definitiva poner de su parte para no perder la estela de los jugadores de los clubes grandes con los que coincide en las concentraciones de la Española. Decía el otro día el seleccionador Jordi Ribera que necesitaba que hubiera cada vez más jugadores que hicieran del balonmano “su proyecto de vida”. Puede sonar exagerado pero coincido en parte con su afirmación. En el Egibide-Gure estamos tratando de pasar de predicar a ponerlo en marcha y confío en que la temporada que viene podamos llegar a instaurar los cuatro días de entrenamiento por semana. Los hechos nos dan la razón. Cuando llegué hace un par de temporadas, infantiles y cadetes entrenaban solo dos días. Esta temporada han pasado a entrenar tres y los frutos se van viendo. Así es más fácil convencernos de la necesidad de entrenar más días. Además debemos hacer que las familias también entiendan que el balonmano es como una clase extraescolar más y que es una parte importante de la formación de un joven y que no lo vean como una pérdida de tiempo o algo que le quita tiempo de otras cosas. - Eneko Ugarte