gasteiz - Izaskun García está feliz en el Araski. Tras jugar en Gernika desde los ocho años y llegar hasta los puestos altos de la Liga Femenina, la base de Muxika decidió dar un giro en su trayectoria. Apostó por dejar la comodidad del hogar y dar un salto al vacío con el objetivo de crecer como jugadora.

¿Qué tal se está sintiendo durante esta temporada?

-En el aspecto deportivo está siendo una temporada dura. He tenido un montón de lesiones y no he tenido la suerte de estar un mes o dos bien de manera constante, sin problemas, y eso afecta a una jugadora tanto físicamente como mentalmente.

Es un poco la tónica que está viviendo el Araski este curso, un equipo castigado por las lesiones.

-No estamos teniendo suerte ninguna de las jugadoras con el tema de las lesiones. Cada semana nos ha tocado a alguna y eso se va notando. Empezamos muy bien, esperando a Roundtree, intentando estar siempre doce, pero al final no ha podido ser porque cada semana hay una lesión. Somos conscientes de que venimos de unos partidos duros, pero hoy hay que luchar e intentaremos pelear durante los cuarenta minutos.

¿Cómo espera el partido de hoy ante el Lointek Gernika?

-Va a ser un partido muy duro. Hemos jugado dos veces contra ellas, en la Euskal Kopa y en la ida, en Mendizorrotza. Supimos jugarles bien, pero sabemos que en esta ocasión serán un equipo más sólido y no va a ser el mismo partido. Intentaremos conseguir ganar por tercera vez. Al final, se nos da bien jugar contra el Gernika y ojalá nos llevemos la victoria.

Para usted será un choque especial.

-Los dos que ya hemos tenido han sido especiales para mí, pero ahora volver al pabellón de toda mi vida, creo que será emocionante y ya tengo ganas de ir. Me hace ilusión y tengo ese plus por jugar allí porque en Gernika tengo a mucha gente a la que tengo un cariño enorme y sé que me van a apoyar aunque no vayan con el Araski. Creo que a partir del salto inicial todo eso no me va a afectar porque no soy una jugadora a la que le afecte demasiado lo de fuera. Aunque igual esta vez me equivoco y me afecta muchísimo. Trataré de estar centrada en el partido, pero antes y después espero estar con la gente y recibir ese cariño del público.

¿Por qué decidió dejar Gernika tras tantos años?

-Como en cualquier trabajo o lucha en la vida, quería ir a más y me encontré en una situación en la que no veía ese avance en mi carrera. Eso y otros pequeños aspectos me ayudaron a tomar la decisión. Fue para seguir creciendo, ver mis límites y llegar lo más alto posible en mi carrera, porque sentía que en Gernika me estaba quedando estancada e iba a necesitar más años para llegar a dónde yo quería. Por eso decidí avanzar más rápido de lo que creía que podía hacer en Gernika. Ahora estoy en un equipo que me encanta, un club que siento como mi familia y la verdad es que pienso que he acertado al cien por cien.

¿Cómo es pasar de jugar a diez minutos de su casa a tener que cambiar de ciudad?

-No me he ido muy lejos, pero es todo nuevo. Ha sido un cambio grande y lo he notado. Llevaba 24 años de comodidad, que todo era igual, y aquí he vivido muchos cambios, pero estoy muy cómoda. No he tenido suerte durante la temporada, pero me he sentido muy bien porque para cada problema ha sido como tener a mi familia en Mendi. Todas las jugadoras y el cuerpo técnico son una pasada y estoy súper feliz por seguir en Araski.

Habla del apoyo recibido por el cuerpo técnico. ¿Qué importancia ha tenido Made Urieta en su adaptación?

-Con respecto a cómo somos las jugadoras en este club, el ochenta por ciento puede ser cosa de Made. Tengo rabia dentro porque con todo lo que me está dando no estoy pudiendo devolvérselo debido a los altibajos que estoy viviendo. Nos intenta mejorar una a una y hace un gran trabajo dentro y fuera de la cancha. Es una buena entrenadora y me da pena que no nos estén saliendo las cosas. Queda un mes y medio, ojalá podamos darle la vuelta y sigamos muchos años juntas.

Aun así, ¿nota la diferencia entre ser una jugadora de la cantera y un fichaje llegado de fuera?

-Sí que noto la diferencia. Aquí es como que por fin soy una profesional más de esta liga, se vive un poco diferente. En Gernika, era más que ser de la cantera. Llevaba desde los 8 años con la misma gente y es como mi familia. Aquí también existe ese rol de club unido, pero al final soy un fichaje y tengo que dar eso. El trabajo que hacía en Gernika era el mismo que en Araski, trataba de dar el cien por cien siempre, pero sí que en Araski estoy teniendo más peso y me siento más importante.

¿Siente que es mejor jugadora después de lo vivido este año?

-Mejor jugadora, no. En Gernika encontré una estabilidad y como jugadora me veía creciendo mucho. Tal vez no fui capaz de demostrarlo en la pista, pero sí que sentía esa estabilidad en mi cabeza, en el juego y en todos los aspectos. Este año, al ser todo nuevo y con las lesiones, siento que todavía estoy al setenta por ciento de lo que quiero dar a este club. En este mes y medio intentaré demostrar que va a llegar esa estabilidad y espero jugar muchos años en este club, ser una buena jugadora y ayudar a dar muchos logros al club.