Álcalá de los Gazules (Cádiz) - Hasta que se descubre la sastrería a medida, lo de los trajes es un género en sí mismo. La historia comienza con alguna invitación de boda y, a cierta edad, el traje se impone con el deje con el que la noche retira al sol. En esa primera vez, siempre asoma un experto con bigote en una planta de unos grandes almacenes. Percibe inmediatamente el dependiente experto no solo tallaje sino y lo que es más importante, quién es el nuevo en ese universo. Entonces entabla un conversación con el novato. Tres minutos después, frente al espejo, le cuelgan una chaqueta gris marengo de medidas estándar. El mejor color para no arriesgar y pasar desapercibido dice el tipo del bigote.

Sobre el espejo de Barbate, el reflejo de la Vuelta a Andalucía se apagó con una contrarreloj, una modalidad que nunca engaña. La disciplina donde mandan las medidas, la dictadura del reloj, la sastrería de la geometría de las bicicletas y las posturas aerodinámicas descabalgó a Mikel Landa, lejos de su pose más fotogénica. En 14 kilómetros con tramos de tierra, al de Murgia, que perdió 49 segundos, se le escurrió la segunda plaza de la carrera, que se la quedó Tim Wellens por delante de Wout Poels y Marc Soler en una jornada que celebró David de La Cruz. Landa capituló en una actuación de tonos grises sobre un trazado que le torció el gesto desde el libro de ruta. No era su mejor escaparate. “Se me hizo muy larga esa zona llana, la de los rodadores”, confesó Landa tras certificar el sexto puesto en la general definitiva.

Landa se estrenó sobre una bicicleta que aún no ha hecho suya, como ese primer traje. Después de su gran progresión en el Sky, donde domó la Pinarello y se proclamó subcampeón de España, Landa no se siente todavía cómodo con su nueva bicicleta. Si para los especialistas no resulta sencillo el tránsito, aún lo es menos para quienes nunca sintieron un amor a primera vista con una especialidad siempre exigente. En su mudanza al Movistar, además del color del maillot y la pechera de general, el alavés trata de adaptarse a su nueve montura, una Canyon. El murgiarra se llevó consigo las medidas que le hicieron crecer en su debate con el reloj para acomodarse en una bicicleta de estreno. Ocurre que ninguna bicicleta se comporta igual que otra. Cada una posee sus secretos. Trata de desentrañarlos Landa. El proceso de adaptación es necesario. Aunque el reloj laminó a Landa en Andalucía, completó un estreno con mucho colmillo.

En Allanadas, en su debut en las alturas, dejó su primer rastro; un corredor a toque de corneta dispuesto a brincar y elevar la voz cada vez que la carretera apunta hacia la vertical. “El jueves, en la etapa de Allanadas vi que estaban fuerte con apenas dos días de competición. Con el número planchado en el dorsal, liberado de la genuflexión y el pasamanos del Sky, dueño de su destino, Landa evidenció su afán por marcar territorio desde el comienzo. Sobre Alcalá de los Gazules, a Landa le sobró el tramo de adoquín para levantar los brazos por vez primera en el curso, con solo cuatro días de competición a cuestas. Por eso lo reclutó el Movistar. “El balance es esperanzador”, calculó Landa sobre un curso que le espera en la pelea por el Tour. “Se trata de mi primera prueba. Me pegué con los favoritos en las ascensiones y es una pena que la crono me penalizara”. El reloj fue lo único que le retraso.

5ª y última etapa

1. David De La Cruz (Sky)17:11

2. Andrey Amador (Movistar)a 6’’

3. Stef Clement (Lotto)a 7’’

4. Alexis Gougeard (FRA) a 8’’

5. Marc Soler (Movistar) a 9’’

General final

1. Tim Wellens (Lotto)17h41:50

2. Wout Poels (Sky)a 8’’

3. Marc Soler (Movistar)a 27’’

4. Jakob Fuglsang (Astana) a 30’’

6. Mikel Landa (Movistar) a 42’’