UHARTE - Asegarce anunció ayer mismo que su vinculación con Mikel Beroiz quedaba finalizada de “mutuo acuerdo”. Así, el contrato del uhartearra con la promotora bilbaina, que le ataba a su plantilla hasta el próximo 5 de junio, quedó cercenado y el zaguero navarro abandonará el profesionalismo antes de terminar su camino con la empresa vizcaina. Beroiz, de 29 años, no volverá a vestir el anagrama de Asegarce en un frontón. La operadora solamente le había alineado en tres ocasiones en lo que va de la temporada 2017-18.
Si bien se consideró de mutuo acuerdo la rescisión del contrato, fue el pelotari el que tomó la decisión de abandonar la disciplina de la empresa de Bilbao y dio el primer paso. El de Uharte, instalado entre los mejores de su demarcación en la última década, vivió un vía crucis después de ser apartado del Parejas de 2017 por “bajo rendimiento” y no encontrar continuidad a la buena feria de San Fermín que realizó en julio. La decisión se fraguó en los últimos meses de la temporada, en los que el manista estuvo alejado de las programaciones. El navarro valoró su situación y consideró que era “lo mejor” para él abandonar Asegarce.
Desgrana el navarro que “esta situación viene desde hace bastante tiempo, en el que no estaba a gusto en la empresa. Notaba que no contaban mucho conmigo. También he tenido bastantes lesiones. Es un cúmulo de todo. Al final, me senté a pensarlo bien, con mi familia y mi mujer. Es una decisión difícil, pero, después de pensarlo bien, es lo mejor para mí”, analiza el guardaespaldas. El “amor a la pelota” ha complicado su determinación. “No estaba a gusto ni cómodo. No sentía que la empresa me apoyaba. Eso sí, la pelota siempre me ha gustado y me gustará”, declara.
La situación del uhartearra en Asegarce vivió un deterioro constante en los últimos cursos. “Empezaba a notar que la promotora contaba cada vez menos conmigo y tenía cada vez menos partidos, menos oportunidades. El año pasado, cuando me quitaron del Parejas, perdimos toda la confianza, tanto la empresa en mí como yo en la empresa. Después, me puse las pilas y quise volver a ser competitivo. En San Fermín hice un buen torneo, pero ellos ya tenían claro que no iban a contar más conmigo. A partir de entonces, me dejaron un poco de lado”, analiza Beroiz, quien llegó a la final iruindarra junto a Bengoetxea VI en una buena feria.
“Además, he tenido que hablar muchos meses con la empresa para ver si pasaba algo conmigo, porque no estaba dentro de las programaciones. Uno se cansa de andar así. Al final, octubre y noviembre fueron meses malos y en diciembre tuve problemas en la mano. En ese mes pensé seriamente en dejarlo y tomé la decisión”, manifiesta el de Uharte. “Es meditada y muy pensada. Es algo que te cambia la vida y que es difícil de tomar. Cuando uno no está a gusto, está sufriendo, no merece la pena seguir”, cuenta. La gente de alrededor es la que le ha ayudado: “Tengo que dar gracias por todos los que están conmigo”. Entre las cosas que destaca Beroiz es que se ha quitado un peso de encima. “Me he quedado más tranquilo”, revela. “Bajo mi opinión, no me gusta cómo se están haciendo las cosas. No solo conmigo, sino con los demás pelotaris. No se está actuando bien. El ambiente se ha deteriorado bastante”, desbroza el pelotari.
En tiempos duros, el uhartearra, se ha refugiado en el día a día durante meses de inacción competitiva. “Lo que más quema es el trabajo diario y no encontrar oportunidades. Lo he dado todo. He trabajado lo que he podido y más. He sido durante toda mi carrera un currela, porque no he tenido un golpe especial ni un físico privilegiado. Da rabia cuando trabajas fuerte y la empresa no cuenta contigo. Ellos van por otros intereses y los perjudicados son los pelotaris”, mantiene el zaguero, quien desgrana que “tengo un par de proyectos. Ahora empieza una nueva vida y me dedicaré a ellos”. “El interés es continuar a otro nivel en la pelota a mano. Me encanta este deporte y seguiré vistiéndome de blanco”, remacha Beroiz.