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La historia para no dormir de Lobato

El sprinter puede ser expulsado del Lotto NL por el uso de somníferos no autorizados por el equipo

La historia para no dormir de Lobatod.n.

Cuando se apagan las luces, las bicicletas se aparcan y las piernas se cuelgan del barbecho del descanso, despierta el problema del abuso de somníferos y tranquilizantes en el pelotón. La expulsión, aún no firme del todo, de Juanjo Lobato del Lotto NL saca a la luz un asunto feo que tiene que ver con la dependencia de numerosos corredores de sustancias que les permitan dormir y descansar para contrarrestar las exigencias de la especialidad.

El País narra que los ciclistas hacen uso del “Snus (tabaco pausterizado) debajo del labio superior, que les adormece y engancha a la nicotina; antes de salir a entrenar y a correr, toman el analgésico Tramadol, previniendo el dolor de piernas que van a padecer; obligados a acostarse pronto, toman somníferos como Stilnox para lograr ocho horas seguidas de sueño, y descubren que pulverizado lo pueden esnifar, y que mezclado con alcohol produce un estado de inconsciencia que les libera y engancha”. Lobato fue apartado por el equipo por haber consumido medicamentos para dormir sin el permiso de los doctores de la formación y después de una juerga que acabó con el velocista en una ambulancia ya que nadie conseguía despertarlo. - K. Txakartegi