MADRID - El Manchester City entró ayer en juego en la presente edición de la Liga de Campeones con un triunfo apabullante frente al Feyenoord, al que fulminó en sólo diez minutos y al que goleó después para asumir con rotundidad el liderato del grupo F con tantos de John Stones (2), Kun Agüero y Gabriel Jesús.
El equipo de Pep Guardiola le dio un auténtico repaso a su adversario. De principio a fin, sin discusión, con la distancia abismal que separa a ambos equipos, que quedó patente sobre el campo desde el primer segundo hasta el último, y con la amarga vuelta del Feyenoord quince años después a la fase de grupos de la máxima competición europea.
En el grupo H, el Tottenham Hotspur, con dos goles de Kane y uno de Son, dio el primer paso hacia los octavos de final de la Liga de Campeones al derrotar con contundencia al Borussia Dortmund (3-1), rival directo por la clasificación, y aprovechó para quitarse de un plumazo el peso de jugar en Wembley.
Férreos como pocos en White Hart Lane, a los Spurs les estaba costando más de lo previsto el traslado y la adaptación a Wembley, su hogar temporal mientras se construye su nuevo estadio. El coliseo inglés, sede habitual de las fases finales de la FA Cup y de los partidos de la selección de Inglaterra, le era esquivo a Pochettino y a sus hombres, y sólo habían ganado aquí dos de sus últimos 12 encuentros.
Por último, un acertado Besiktas, que supo aprovechar sus oportunidades ante el Oporto, se llevó ayer los tres puntos en el Estadio Do Dragão (1-3) gracias a los goles del brasileño Talisca, el turco Tosun y el holandés Babel.
A pesar de la intensidad de los dragones en varias etapas del partido, los turcos, mejor plantados en el césped, ganaron al Oporto en el plano táctico y se aseguraron la victoria en el estreno en Liga de Campeones.
El resultado deja al Besiktas como líder del grupo G y supone un fuerte revés para el Oporto, que cierra un grupo en el que no hay rivales fáciles y donde el Mónaco y el Leipzig ya suman un punto cada uno tras su empate (1-1).- Efe