MAdrid - Sergio Scariolo, entrenador de la selección española de baloncesto, hizo repaso a la preparación del equipo pocas horas antes de desplazarse a Cluj (Rumanía), donde jugarán la primera fase del Eurobasket que comienza mañana, y afirmó que “la defensa sigue siendo nuestra aguja de la balanza que puede hacer pesar más el plato del éxito que el del fracaso. Es donde debemos emplearnos más a fondo en lo que nos queda y en cada partido. Tenemos un grupo de jugadores de talento, pero hay que entender que el talento hay que usarlo en las dos partes del campo”. “Es necesario que podamos alcanzar un punto de eficiencia defensiva alto para poder resguardarnos un poco las espaldas en los momentos de escasa anotación. En esos momentos, la defensa nos tiene que soportar”, matizó el técnico italiano.

Respecto al campeonato, el entrenador reconoció las “ganas de todos por empezar”. “Llegamos con un buen nivel de preparación. Tenemos conciencia de las dificultades que vamos a encontrar, pero también mucha ilusión y mucha sensación de que hemos conseguido una gran cohesión en convivencia, en sensaciones personales y en el nivel técnico-táctico, aunque nos quedan cosas por mejorar”, explicó. Scariolo dio también por terminado el asunto de las ausencias. “Sólo hablaré de los que están porque tenemos medio equipo nuevo con respecto al de los Juegos de Río”, resaltó.

En Cluj, en la fase de grupos del Eurobasket, la clasificación para la segunda ronda no parece tan comprometida como en otras ocasiones. “Clasificarse en el grupo, en esta ocasión, puede que no sea tan tan duro como en otras ocasiones, pero sí va a ser muy duro conseguir la primera plaza, que tampoco es decisiva, pero como buenos competidores que somos nos gustaría perseguirla”, aseguró. El técnico apuntó la idea de ir creciendo a lo largo del campeonato, “pero con la constancia de que el primer partido es uno de los más difíciles”. “Estamos con un equipo nuevo y con muchos jugadores debutantes en un rol importante. Los rivales son muchos, equipos como Croacia y Letonia estaban en el último Eurobasket, pero no con el potencial de ahora. El nivel de competencia es muy alto y el número de equipos que pueden ganar una medalla se amplía este año”, dijo.

En lo que no hay ninguna duda, según Scariolo, es en las ganas de ganar del equipo. “Hay jugadores capaces de regenerar esa ilusión por ganar, jugadores capaces de transmitir esa sensación a los que tienen menos experiencia en este tipo de campeonatos. Éste no es nuestro problema. Pero sin olvidarnos de que en 2014 teníamos un equipo más completo que el de este año y las cosas se atascaron”, recordó.

Sobre el papel de los nuevos, el entrenador confió en poder interpretar las necesidades del equipo en cada momento. “Cada uno es diferente. Uno tiene un poco de mas de tiro, otro un poco más de atleticismo, otro un poco más de capacidad defensiva. Debemos encontrar en cada momento quien mejor complemente el quinteto más equilibrado. Debemos evitar poner mucha capacidad ofensiva y descuidar la capacidad defensiva, que es el grave peligro que corre este equipo”, recordó.

El papel de Juan Carlos Navarro y de Pau Gasol también fueron motivo de una reflexión por parte del técnico. “Juan Carlos Navarro, nuestro capitán, puede ser decisivo a la hora de interpretar ese rol de jugar más o menos y mantener la capacidad para hacer lo que mejor sabe hacer. Si tenemos a nuestro buque insignia con esa capacidad, será un trabajo tremendo. Pau es un punto fundamental de referencia en nuestro ataque y le he visto bien en defensa, contento con su contribución”, declaró. “Fuera del campo ellos son muy buenos en los momentos de alta tensión, en los que los jóvenes no tienen la experiencia de cómo vivirlos. Y como van a venir, seguro, es ahí cuando ellos sacan su gran capacidad de ser muy buenos”, finalizó Scariolo.

Montenegro, primer rival La selección española de baloncesto se entrenó ayer y a primera hora de la mañana de hoy tiene previsto viajar a Cluj (Rumanía), donde disputarán la primera fase y debutarán el viernes contra uno de los rivales más peligrosos de su grupo, el combinado de Montenegro. - Efe