Vitoria - El baloncesto femenino, al menos en España, suministra en muy pocas ocasiones el sustento económico suficiente como para que las jugadoras puedan vivir profesionalmente de este deporte. Muchas se ven obligadas a compaginar estudios o trabajos con competiciones como la Liga Femenina.
Cecilia Liñeira, hasta ahora jugadora del Araski, ni siquiera podrá realizar esto último. Según anunció ayer el club, la alero ha tenido que dejar el club alavés -que ya contaba con ella para el próximo curso- y el baloncesto profesional ante una oferta laboral “irrechazable” fuera del deporte del canasta.
Esto supone un severo revés en las pretensiones de la entidad presidida por Livia López, ya que se quedan con una jugadora menos tan solo cuatro días antes de comenzar la pretemporada, que se iniciará el próximo lunes. Por el momento, la escuadra verde tiene a nueve jugadoras en la plantilla. A las renovadas Roselis Silva, Marta Tudanca, Irati Etxarri, Laura Pardo y Margaret Roundtree se les unieron los fichajes de Julie Forster, Izaskun García y Umi Diallo. En el club vitoriano también cuentan con la escolta Arrate Agirre, aunque su recuperación de la lesión sufrida en el dedo anular derecho ha sufrido diversas complicaciones. Con los puestos de unos y cincos cerrados, los últimos refuerzos del Araski de cara a su segunda temporada en Líga Femenina llegarán de cara a reforzar unas alas aún más mermadas tras la salida de Liñeira.
La internacional argentina, ahora de 34 años, llegó a Vitoria en 2015 procedente del Ibaizabal y fue una de las partícipes del ascenso a la máxima categoría del baloncesto nacional. - A. Mateos