vitoria - A partir de mañana comienza en Vitoria uno de los eventos deportivos más peculiares y éticos que han tenido lugar en la capital alavesa en los últimos tiempos. El Mundial de Rugby Inclusivo de 2017 no es un torneo competitivo internacional como cualquier otro, sino que lleva impuesto un carácter especial de compromiso y solidaridad con aquellas personas que requieren de más dependencia de la habitual. Por encima de los ganadores y los perdedores se alza un aura de lucha por la igualdad de los discapacitados que adquiere más trascendencia que el deporte en sí.

Pero, ¿por qué Vitoria, habiendo ciudades mucho más arraigadas al rugby, como Londres o Cork?

Estas dos últimas fueron las otras dos sedes candidatas a albergar este mundial. No obstante, se impuso la localidad vasca debido al fuerte apoyo institucional y social que tuvo el Gaztedi cuando divulgó la iniciativa. De hecho, se entiende mucho mejor que la sede del torneo haya sido la capital alavesa si se atiende a la primera edición de este torneo, celebrado en 2015 en Bradford, Inglaterra. Allí viajó el Gaztedi con un equipo compuesto por jugadores con síndrome de Down y sin él, al igual que el resto de conjuntos. Los vitorianos no se proclamaron campeones del mundo, pero se hicieron con otro galardón que casi es más importante en este contexto. Fueron designados como el club que mejor transmite los valores de la inclusión en el deporte. Un premio que también se dará en esta edición, con muchos más atractivos que el meramente deportivo. “Hemos organizado esto porque creemos que la inclusión es posible si uno quiere. Nosotros queríamos hacerlo para que la gente de aquí lo viera, pero al final se ha convertido en un Mundial”, comenta el presidente del club, Moisés San Mateos.

Aunque el equipo vitoriano sea el anfitrión y gran parte de la organización corra a su cuenta, el responsable del torneo también es el organismo denominado como IMART (International Mixed Ability Sports). Como novedad respecto a la cita de 2015, en esta ocasión, y por iniciativa del Gaztedi, el Mundial tendrá tres partes: la deportiva, la académica y la social.

En lo que respecta al torneo en sí, finalmente serán doce los equipos que participen, frente a una previsión de dieciséis que se tenía al principio. Vienen de sitios tradicionales en la práctica de este deporte como las ya mencionadas Inglaterra, Irlanda, Francia, Escocia o Gales, pero también de sitios tan dispares como Italia o Argentina. Se dividirán en cuatro grupos de tres equipos cada uno. Todos los partidos se jugarán en los campos de Betoño, que han sido adaptados para albergar el característico material de este deporte. Habrá encuentros durante toda la mañana en los tres días -22, 24 y 25-. El estreno del Gaztedi será el martes a las 12.15 horas. Por supuesto, la entrada a los partidos será gratuita.

La parte académica consiste en diferentes charlas que se darán durante el martes, miércoles y jueves, para aquellos que quieran profundizar en el ámbito de la inclusión social. Las del primer y tercer día se llevarán a cabo en el Palacio Villa Suso a partir de las 17.00, mientras que las del segundo se organizarán en el Palacio Europa a lo largo de todo el día. A cargo de estas ponencias y talleres estarán diferentes universidades, como la UPV, la Universidad de Salamanca, la Universidad de Leeds o la de Deusto. También habrá instituciones especializadas en la diversidad funcional, como la fundación Altran, el IMAS o el Centro Inglés de Salud Nacional. Todo con el objetivo de hacer de la inclusión algo más cotidiano desde el punto de vista académico.

el tercer tiempo No obstante, la joya de la corona de este evento radica en su tercera pata: el aspecto social. El rugby es conocido, además de por su combinación de elegancia y rudeza, por el llamado tercer tiempo. Aquel en el que aficionados y jugadores de ambos equipos se reúnen amistosamente para socializar tras el duro encuentro. El Gaztedi también ha querido plasmar dichos valores montando un área específica para ello, situada en la plaza de Los Fueros. En ella tendrán lugar multitud de conciertos de grupos como Motxila 21 o Los Cigarros durante todas las noches desde hoy hasta el viernes. Tampoco faltarán las correspondientes carpas con el avituallamiento necesario -tanto líquido como sólido- habitual en los postpartidos de rugby.

“Con la parte social pretendemos que las personas que se acerquen a ver puedan participar en el famoso tercer tiempo, compartiendo ocio con los equipos y participantes. Que se den cuenta de que la inclusión es algo que no tiene ningún misterio”, añade San Mateos. Al fin y al cabo, si el rugby consigue que todos los equipos se junten después de los partidos para disfrutar de los conciertos en compañía y sin disidencias, también parece la herramienta perfecta para llevar a cabo la inclusión de aquellas personas que son diferentes.