cincinnati - Gabiñe Muguruza, cuarta favorita, alcanzó ayer la final del Masters 1.000 de Cincinnati al vencer en la semifinal por 6-3 y 6-2 a la número uno del mundo, la checa Karolina Pliskova. Muguruza, de 23 años, jugó el partido más completo en lo que va de torneo. No perdió nunca el saque y rompió en cuatro ocasiones del de su rival, vigente campeona de esta competición, que se disputa en pista dura y reparte 2,6 millones de dólares en premios.

La campeona de Wimbledon, que busca su segundo título del año y el quinto en su carrera, apenas necesitó una hora y 19 minutos para conseguir la victoria, la segunda que logra ante Pliskova, que le había ganado seis de los siete partidos anteriores disputados. La rival de Muguruza en la final salía del duelo de ayer por la noche entre la rumana Simona Halep, segunda cabeza de serie, y la estadounidense Sloana Stephens.

Muguruza se mostró intratable en su tenis. La primera manga fue de completo dominio de la campeona de Wimbledon, que jugó un gran tenis agresivo y consistente. La historia se repitió en el segundo set, con Muguruza impenetrable en todas las facetas del juego, y aunque Pliskova intentó la remontada, nunca pudo romperle el saque a la hispano-venezolana, que hizo el tercer break del partido a su rival en el sexto juego para ponerse 4-2. Eso fue todo lo que pudo aguantar Pliskova, que nada pudo hacer para evitar la derrota, aunque en el octavo juego, con el saque en su poder, luchó para superar hasta cuatro pelotas de partido, pero en la quinta Muguruza sentenció con el tanto que le dio un gran triunfo.

El regreso de Ferrer David Ferrer, de 35 años y 31º del mundo, volvió a mostrar su mejor tenis en Cincinnati para vencer por 6-3 y 6-3 al austríaco Dominic Thiem, tercer cabeza de serie, y volver a las semifinales de un torneo Masters 1.000 por primera vez desde 2015.

Su rival en las semifinales -que se disputaban esta madrugada- era el australiano Nick Kyrgios, verdugo de Rafa Nadal por 6-2 y 7-5. “Ha sido mi mejor partidos en los dos últimos años”, comentaba después Ferrer. “He disfrutado mucho jugando, sirviendo muy bien y sin cometer errores. Estoy muy contento. Es bonito volver a semifinales en un Masters 1.000... Todavía tengo motivación para jugar al tenis y tengo diferente sensación a la de hace dos años, cuando estaba en el Top 10, porque juego sin presión”.

Por su parte, Rafa Nadal, fiel a su estilo, no puso ninguna excusa para su inesperada derrota: “Si no juego bien no puedo ganar contra un jugador como Kyrgios. Comencé bien el partido y luego hice un juego muy malo en el segundo set, cuando me rompió el servicio. Jugué algunos puntos buenos, él cometió algunos errores y pude volver al partido. Pero después jugué un partido terrible”. - Agencias