El que la sigue la consigue dice el conocido proverbio. Es lo que ha tenido que recordar Edvald Boasson Hagen en varias ocasiones durante este Tour de Francia. Armado de paciencia y haciendo uso de su espíritu luchador, el noruego se bañó de gloria en la tarde de ayer. Tras quedarse en dos ocasiones con la miel en los labios por un puñado de centímetros, al fin, el noruego se alzó con el triunfo que tanto buscaba. Una victoria merecida y peleada hasta la saciedad, que llegó a falta de tres etapas para el final de la ronda gala. “Había estado en varias ocasiones a punto de conseguirla, pero por fin lo logré”, declaró un exultante Boasson Hagen, que no dudó en apretar los dientes camino de la meta situada en Salon-de-provence. Atacó de forma descomunal a dos kilómetros para el final y nadie le pudo seguir.
Esta vez sí le llegó la gloria. El ciclista del Dimension Data acarició el triunfo con las yemas de los dedos hasta en dos ocasiones (en otras tantas quedó tercero), aunque en ambas le cerraron la puerta de la gloria en las narices. En la sexta etapa, el noruego cruzó la meta al mismo tiempo que Marcel Kittell. Un empate que tuvo que decidirlo finalmente la foto-finish en favor del alemán de cabellos dorados, dejando a Hagen a las puertas del cielo. Por si con una vez no hubiera bastado, el noruego tuvo que padecer la misma historia. Diez jornadas después, el ciclista del Sunweb, Michael Mathews, hizo las veces de Kittel y le arrebató en el último suspiro la victoria de la decimosexta etapa. Otro pestañeo que separó a Boasson Hagen de la gloria.
Al corredor del Dimension Data no le quedó más remedio que lidiar desde el comienzo del Tour con los cambios de planes, propiciados por la caída de Cavendish a causa del ya famoso codazo de Peter Sagan. “Perdimos a Mark Cavendish al principio y después el equipo trabajó para hacer buenos sprints”, subrayó.
A pesar de todos los contratiempos Boasson Hagen no se rindió hasta conseguir lo que parecía imposible. De esta manera, el noruego de 30 años logró su tercera victoria en un Tour, seis años después de haber conseguido sus dos triunfos anteriores. Instantes antes de subir al podio y con una sonrisa de oreja a oreja, Boasson Hagen comentó el devenir de la etapa con los periodistas. Esta vez no quería más fotos-finish: “Busqué la ocasión de irme solo en la rotonda. Había mirado el final en vídeo y sabía que debía pasar por la derecha, era el camino más corto y más rápido. Ahí fue donde ataqué, era el momento”.
MATTHEWS ASEGURA EL VERDE El australiano Michael Matthews, por su parte, es ya el virtual ganador del maillot verde. El corredor del Sunweb, que aventaja al segundo clasificado en 160 puntos, solo necesita esquivar los percances para llegar a París como el más regular. El ciclista de 26 años recogió el maillot que dejó Kittel tras su abandono del pasado miércoles y desde entonces lo ha hecho suyo. Matthews romperá el dominio de cinco años de Peter Sagan.