Bilbao - “El equipo de ocho miembros partió hacia el campo base del Nanga Parbat el 7 de julio. Mi hermano, Mirza Ali, encabeza la expedición”, afirmó Mehboob Ali, portavoz de la empresa Karakorum Expeditions. Su objetivo, localizar los cuerpos de Alberto Zerain y Mariano Galván, los alpinistas que murieron el pasado 24 de junio sepultados por una avalancha en el Nanga Parbat (8.125 metros), la cumbre que intentaban conquistar. Los trabajos de rescate por parte de la Aviación Militar fueron suspendidos una semana después del accidente, el 1 de julio, cuando los helicópteros de salvamento aseguraron que era imposible hacer frente a la nieve que soterró los cuerpos de ambos montañeros y renunciaron a seguir adelante con su búsqueda. Sin embargo, la empresa privada Karakorum Expeditions confirmó ayer haber enviado a uno de sus equipos de escalada a la montaña pakistaní para tratar de localizar a los alpinistas fallecidos. La misión, explicó Ali, se lleva a cabo por “petición expresa de la familia de Galván”, por lo que los miembros de la nueva expedición intentarán encontrar al argentino y a Zerain rastreando los localizadores que ambos alpinistas utilizaban en la complicada arista Mazeno.

El contacto con el alavés y su compañero se perdió cuando ambos se encontraban a 6.400 metros de altitud, separados del grupo con el que comenzaron la ascensión a la cumbre. Fue entonces cuando su GPS emitió por última vez su posición. Y fue para marcar una peligrosa caída de 150 metros. Tras esto, durante pocas horas, el localizador continuó emitiendo señal, pero sin moverse. Y, después, se apagó para siempre.