dublín - Jon Rahm se colocó en posición de ganar el Irish Open después de una segunda jornada en la que mantuvo la distancia con la pareja de líderes, el estadounidense Daniel Im y el francés Benjamin Hebert. Los tres cerraron sus respectivas vueltas con 67 golpes, cinco bajo el par de Portstewart, en otro día en que las condiciones de juego dejaron el campo bastante asequible y volvieron a propiciar buenas tarjetas, más por la mañana que por la tarde, en la que no hubo movimientos significativos en la clasificación.

El de Barrika llegó a coliderar el torneo tras la primera mitad de su vuelta de ayer y mantuvo una pelea en la distancia con rivales muy inspirados, sobre todo Im, que está jugando el mejor golf de su vida y lleva catorce birdies y un solo bogey en dos jornadas y acumula solo 27 putts en 36 hoyos, el mejor registro del curso en el Circuito Europeo. Por su parte, quince birdies y dos bogeys acumula Hebert. Rahm, en cambio, tuvo un poco de todo en su vuelta de ayer, que comenzó por el hoyo 10 como la del jueves con un birdie. Enseguida, cometió un bogey, pero se rehizo con un eagle en el par 5 del 14 que enlazó con otro birdie.

Ya estaba lanzado, pero sus dos rivales no aflojaban y, aunque se dejó algún golpe en el camino, como el sencillo putt que se le salió en el 4 y que provocó otra reacción no aceptada en el golf, el vizcaino cerró su recorrido con un eagle, seis birdies y tres bogeys. Pese a todo, Rahm parece haber atemperado esos arrebatos que le granjearon críticas en sus últimos torneos del PGA Tour, cree que ha “aprendido de los errores”, ha “mejorado la actitud” y está jugando en esta primera entrada en el Circuito Europeo con “más calma y menos ansiedad por querer que todo salga rápido y bien”. “Estar aquí me recuerda a mi tierra y quizás eso me ha llevado a tomármelo todo con más paciencia y eso se está viendo en los resultados. Si me dicen que iba a estar -12 aquí en la segunda jornada, lo habría firmado”, comentó ayer tras finalizar su recorrido.

Esa es la clave a seguir en el fin de semana, paciencia, ya que “las condiciones pueden cambiar y habrá que aceptar lo que venga. En un links es difícil planear lo que puede pasar de tee a green, sobre todo si hace viento, y eso lo hace todo más divertido”, aseguró Rahm, que no quería pensar aún en la victoria en el Irish Open: “Sería cumplir otro objetivo que no tenía planeado a principio de año”.

Junto a Jon Rahm, se mascó el drama en Portstewart ya que Rory McIlroy, anfitrión del torneo y defensor del título, volvió a tener un día gris que le dejó fuera del corte, que estuvo en cuatro bajo par. No fue la única víctima ilustre ya que el campo también pasó factura a Thomas Pieters, Lee Westwood, Rafa Cabrera, Andrew Johnston, Tyrell Hatton o Txema Olazabal, que terminó de nuevo al par del campo. El otro vasco en liza, Adrián Otaegui, firmó ayer tres bajo par para un total de -7, lo que la deja a las puertas de un buen resultado y de pelear por una de las tres plazas que llevan al Open Británico. - R. Calvo