BILBAO. Tras más de tres horas de vuelo, el equipo de rescate enviado al Nanga Parbat (8.126 metros) para rastrear a la cordada hispano-argentina, ha interrumpido la búsqueda a causa de la escasa visibilidad en la zona.

Según Alex Gavan, alpinista rumano al que el helicóptero ha recogido en el campo base para colaborar en el rescate, cuando han llegado al punto en el que se encuentra el "Racetracker" parado desde el sábado 24 de junio, no han podido "ver nada" a causa de la cantidad de nubes.

El helicóptero de rescate ha salido a primera hora de la mañana de hoy, en torno a las 6.00, del aeropuerto de Skardu (Pakistán), con intención de recorrer las últimas coordenadas de posición disponibles, así como toda la arista Mazeno, vía por la que el alavés Alberto Zerain y el argentino Mariano Galván tenían intención de acceder a la cima.

Las malas condiciones meteorológicas han impedido obtener ningún tipo de información acerca de los alpinistas, por lo que se ha tomado la decisión de continuar la búsqueda "probablemente mañana, siempre que el clima lo permita", según ha informado el equipo que sigue la expedición desde Euskadi.

Tras ponerse en comunicación tanto las expediciones que se encuentran en el campo base, como con la Embajada española en Pakistán y la agencia encargada de la expedición, esta misma mañana se tomaba la decisión de rastrear con un helicóptero la zona donde se encontraban los montañeros por última vez.

Ambos alpinistas se encontraban a algo más de 6.400 metros, ascendiendo por la arista Mazano de la cumbre, cuando se comunicaron por última vez por vía telefónica con la empresa expedicionaria Summit Karakoram.

"Fueron al campamento alto y no hemos podido contactar con ellos desde entonces", informó el martes a la agencia británica de noticias Reuters el responsable de Turismo de la región pakistaní de Gilgit-Baltistan, Iqbal Hussain.

El entorno más cercano de los deportistas y su patrocinador oficial, Saunier Duval, también están realizando las gestiones oportunas para recuperar el contacto con Zerain.

Nanga Parbat, una cumbre "notoriamente traicionera", es conocida como 'La Montaña Asesina'. En 2013 diez montañeros extranjeros y un guía local fueron tiroteados en un campamento por un grupo de hombres vestidos como policías cuando ascendían por la montaña, a unos 4.200 metros de su campamento base.

El ataque fue reivindicado tanto Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP) --conocidos como los talibán paquistaníes-- como por el grupo Jundulá, que en 2014 juró lealtad a Estado Islámico tras escindirse de TTP.

Desde el ataque, el número de expediciones ha disminuido, lo que ha afectado a la economía de las comunidades de la zona, "deprimida, necesitada de ingresos y dependiente del turismo de alpinismo".