moscú - Rusia ganó ayer con facilidad el partido inaugural de la Copa Confederaciones al derrotar a la débil Nueva Zelanda (2-0) en el espectacular San Petersburgo Arena. Los pupilos del ruso Stanislav Cherchésov dominaron el partido de principio a fin, aunque les faltó clarividencia en ataque, mientras que los neozelandeses se limitaron a defender con los once futbolistas detrás del esférico y a probar suerte a balón parado, buscando alguna ocasión para generar peligro. No obstante, en el partido no hubo color para alegría del presidente ruso, Vladímir Putin, que acudió un estadio de fútbol por primera vez y pudo presenciar los goles de Boxall en propia puerta y Smolov para llevarse los tres puntos del grupo A.- Efe