beasain - Da igual que fuera Goizueta su Belén. Ese es un asunto geográfico, simplemente. Se sabe que Aimar Olaizola nació en un frontón y que, probablemente, se acunó en el Cuatro y Medio en su infancia pelotari. La jaula es el sitio de su recreo, ese patio de juegos del que reconoce cada pulgada con solo palparlo. Conocedor de cada recoveco del juego, catalizador durante años de la pelota más exquisita, la vigencia de Aimar en el acotado es una realidad que aplastó con todo su tonelaje a Iñaki Artola, al que superó por 22-16 en el frontón de Beasain tras un remonte magnífico. El triunfo conduce al goizuetarra a medirse en Muskiz con Oinatz dentro del Cuatro y Medio de San Fermín. Fiel al libreto que le ha convertido en el competidor más feroz que se conoce en la distancia, Olaizola II devoró a Artola cuando este comenzó a emitir malas sensaciones tras un estupendo arranque del guipuzcoano, que le propulsó hasta la azotea y le dejó con el horizonte despejado y unas magníficas vistas. Artola, puro fuego, le dio velocidad a la pelota y descuadró a Aimar, que se mostraba torpe y desajustado. Encajó un 6-1 que le hizo tambalearse. Artola era mejor y atacaba con saña el balbuceo inicial de Aimar, incapaz de evitar a Artola. El alegiarra se había apoderado del centro del escenario y gobernaba desde el ritmo y la agresividad. Ocurrió que Aimar, un depredador sin igual, se sobrepuso y presionó a Artola, que se extravió en la ansiedad tras alcanzar el meridiano. - C. Ortuzar