estambul - Zeljko Obradovic, entrenador del Fenerbahce y ocho veces campeón de la Euroliga con cuatro equipos distintos, medirá esta noche (20.00 horas) su grandeza con el genio Vassilis Spanoulis, ganador de tres títulos, uno en 2009 en Panathinaikos con Mister Euroliga como entrenador y dos con el Olympiacos.
El Fenerbahce es un equipo hecho a imagen y semejanza de su forjador, de Obradovic, que ha dispuesto de todo el dinero necesario durante cuatro años para levantar un equipo campeón que pudiera, por fin, inscribir el nombre de un club turco entre los campeones europeos.
El Olympiacos ha hecho un poco el camino al revés. Gran dominador del baloncesto europeo en los últimos años, campeón en 2012 y 2013, por su pujanza económica, ahora ha tenido que rebajar la exuberancia de su plantilla, aunque sigue estando arriba gracias a un excelso Spanoulis que volvió a brillar justo cuando su equipo más le necesitó en la semifinal del viernes ante el CSKA.
Entre ambos personajes, la oscuridad. Obradovic y Spanoulis, que ganaron juntos en el Panathinaikos la Euroliga de 2009, no se hablan y hasta se procesan un cierto odio mutuo. La causa, la salida del jugador griego del Panathinaikos para fichar por el Olympiacos, algo que el técnico serbio consideró una traición personal.
En cuanto a la final en sí, el Fenerbahce parece claro favorito. No sólo por haber ganado al Real Madrid, sino por su plantilla y por su estado de forma. Obradovic no se concedió el más mínimo despiste en la semifinal y con ocho jugadores amarró la posibilidad de poder ganar su noveno título con el quinto equipo distinto. Por su parte, el Olympiacos llegó a la final por la vía del sufrimiento, del esfuerzo y de la genialidad de Spanoulis. Los griegos fueron dominados por el CSKA durante 38 minutos, pero en el momento de la verdad apareció Spanoulis para iluminarlo todo con destellos de grandeza.
Los griegos tienen tres jugadores determinantes, el propio Spanoulis, Georgios Printezis y Kostas Papanikolaou. El resto baja un poco el nivel aunque Vangelis Mantzaris acompaña. En el histórico de enfrentamientos el Olympiacos se impone por 6-8 al Fenerbahce, pero ahora es otra histroia. Una final inédita en la Euroliga y dos leyendas andan por medio.
“Cada detalle es importante en este tipo de juegos. Al final son los jugadores quienes deciden cómo acaba. Creo que la concentración es clave. Si la mantienen durante 40 minutos, podemos ganar. Hemos jugado muy duro. La Final Four es en nuestra ciudad y es un regalo para los fans. Aunque alguien que juega a baloncesto debe tener en cuenta que no importa dónde se juega, hay que luchar y disfrutar del momento”, dijo ayer Zeljko Obradovic.