ATLÉTICO MADRID: Oblak; Thomas, Godín, Lucas, Filipe; Gabi; Carrasco (Min. 79, Tiago), Koke, Saúl, Gaitán (Min. 46, Torres); y Griezmann (Min. 85, Correa).

EIBAR: Yoel; Arbilla, Ramis (Min. 58, Gálvez), Lejeune, Juncá; Pedro León, Escalante, Dani García, Inui (Min. 75, Peña); Kike García (Min. 84, Adrián) y Sergi Enrich.

Gol: 1-0: Min. 69; Saúl, de zurdazo raso ajustado al poste.

Árbitro: Fernández Borbalán. Expulsó por doble amarilla a Godín, del Atlétic (m. 92). Amonestó a los locales Griezmann y Filipe Luis, y a los visitantes Escalante y Arbilla.

Incidencias: Vicente Calderón, 50.000 espectadores.

mADRID - La llegada, la capacidad goleadora y la precisión en un tiro desde fuera del área de Saúl Ñíguez doblegaron al Eibar y resolvieron la victoria del Atlético de Madrid, peleado con el gol hasta entonces y con sufrimiento hasta el final, pero ya a un solo punto de asegurar el tercer puesto en la Liga.

A la espera del enorme desafío del miércoles en las semifinales de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, el equipo rojiblanco ya roza su objetivo primordial: la clasificación directa para la fase de grupos del máximo torneo europeo por quinto año seguido. En duda hace unos meses, ahora le basta con un empate en dos partidos.

Porque ayer superó un duelo exigente. Enfrente, la sólida estructura del Eibar, un bloque que sabe a lo que juega, que tiene claro cuándo y dónde debe presionar, cuándo y dónde debe replegarse y cómo debe juntar sus líneas, para tejer una telaraña de la que el equipo rojiblanco se desenredó por momentos y dos caminos. El primero, con velocidad, movilidad y combinaciones al primer toque, pero le faltó remate. Y, cuando lo encontró, más eficacia, como en un volea fallida de Koke. El segundo, con los desmarques a la espalda de la defensa rival de Griezmann o Carrasco, novedad de última hora en el once por Ángel Correa, primero en la banda y después en punta, desde donde trazó la mejor ocasión de todo el primer tiempo. Con un recorte dejó tirado a Ramis pero su tiro se fue altísimo.

Y con 45 minutos consumidos, Fernando Torres entró por Nico Gaitán, pero fue Pedro León quien avisó de nuevo al contragolpe.

El marcador apretaba al equipo rojiblanco, cada vez más embarullado en su ataque. Aun así, el principal problema fue de pegada, porque el Atlético dispuso de algunas ocasiones más, de una jugada dentro del área de Filipe Luis, repelida por el meta Yoel, de un tiro desde fuera de Griezmann, de otro de Carrasco... Pero todos demasiado centrados, demasiado fáciles para el guardameta visitante.

Ya era una competición contrarreloj, sin un juego concluyente de los colchonero y con alguna respuesta de su rival, pero, pero en el minuto 69 Saúl Ñíguez ajustó desde el borde del área un preciso zurdazo inalcanzable para Yoel. - Iñaki Dufour