C uando hace diez años surgió el proyecto de la Fundación Basque Team, cuyo objetivo es fomentar el deporte vasco de alto nivel, Xabier Leibar ya estaba allí para poner la primera piedra. Doctor especialista en medicina deportiva, es un entusiasta de lo que hace y, como él bien dice, hizo de su pasión su profesión, así que por aquel entonces no dudó un segundo en subirse al barco de Basque Team. Y, ahora, una década después, sigue llevando el timón de sus servicios biomédicos. Junto a su compañera Maialen Beldarrain, Leibar es el responsable del control de las seis decenas de deportistas y entrenadores apoyados económicamente por esta fundación. Una tarea demasiado exigente para tan solo dos médicos, por lo que algunos servicios están externalizados: “Tenemos una relación con el grupo hospitalario de Quirón, también necesitamos un cardiólogo, un traumatólogo, un ginecólogo... pero nosotros mantenemos dentro de la estructura de Basque Team un pequeño núcleo que por un lado se reúne con los deportistas y los técnicos para hacer el seguimiento y realizar las pruebas de idoneidad y, por otro, realizar un apoyo más específico para la puesta apunto según las disciplinas que practica cada uno”, explica el doctor.

Porque para poder optar a las becas de Basque Team primero es necesario pasar la prueba de idoneidad, aquella que establece si el deportista es apto o no. Y para ello hay que conocer bien la persona y la especialidad que realiza. “El atleta Asier Cuevas y el lanzador de peso Carlos Tobalina pasan por aquí y ambos son aptos, pero la idoneidad es diferente. Asier no sería idóneo para hacer lanzamiento y a Tobalina no le puedes poner a correr 100 metros. Entonces, nosotros lo que hacemos es realizar las ayudas específicas para cada uno”, relata Leibar. Así pues, cuando un deportista de élite pisa por primera vez la consulta de Basque Team, es interrogado por su historial médico y sometido a un electrocardiograma base porque, tal y como dice el doctor, “el corazón es un músculo que se entrena y el de los atletas de alto nivel, aunque no tiene patologías, tampoco es habitual”. Después se realizan los reconocimientos cardiológicos, que en caso de Basque Team siguen las pautas de la Federación Internacional de Remo “porque es la más exigente de todas”; se hacen las analíticas globales y las específicas dependiendo del género, la modalidad o el momento de competición en el que se encuentre el deportista: “A veces buscamos el momento de mayor fatiga para realizar los análisis y así ver cómo de tocado está el organismo”, argumenta Leibar. Sin descuidar las pruebas antropométricas y los test ergométricos.

Guía médica Además de estas pruebas obligatorias, el deportista becado cuenta con Leibar y Beldarrain para realizar un seguimiento más exhaustivo o para la consulta de cualquier tipo de duda. Por ello, los servicios biomédicos de Basque Team también incluyen los test de campo “que permiten al entrenador y al deportista ver cómo cambia su frecuencia cardíaca y cuál es su capacidad aeróbica”, así como consejos nutricionales y de farmacología, “porque existen fármacos que antes eran legales y ahora no”, reconoce el doctor de la fundación. De igual forma, Leibar se muestra disponible para resolver cualquier incógnita que le surja a los deportistas: “Ya sea de los periodos de descanso, como de material deportivo o de la logística necesaria para cada viaje que realicen”.

De hecho, el médico de Basque Team hace especial hincapié en la necesidad de consultar a un médico antes de realizar un entrenamiento o de acudir a una competición en altitud. “Cuando en los Juegos Olímpicos de México, que se realizaron a más de 2000 metros, se dieron unos resultados muy extraños, se empezaron a ver las ventajas del prepararse en altitud. Pero es necesario saber cuántos días hay que ir, qué hacer allí, que hacer al volver a casa, qué medidas tomar... y para eso también estamos nosotros”, concluye.